sábado. 20.04.2024

El futuro incierto

El liderazgo en un partido político es importante, pero en Ciudadanos parece que el líder, Rivera, es él, está sin equipo y sin confianza en las organizaciones municipales y autonómicas, lo que lleva a un considerable número de contradicciones, falta de coordinación y, según dicen algunos exCiudadanos, desconcierto dentro del partido.

El liderazgo en un partido político es importante, pero en Ciudadanos parece que el líder, Rivera, es él, está sin equipo y sin confianza en las organizaciones municipales y autonómicas, lo que lleva a un considerable número de contradicciones, falta de coordinación y, según dicen algunos exCiudadanos, desconcierto dentro del partido. Las señas de identidad de Ciudadanos podrían sintetizarse en regeneración política, la defensa de la unidad de España y acabar con el bipartidismo PP-PSOE.

 

Pero si acabar con el bipartidismo es pactar en Andalucía con el PSOE -¿no ha habido corrupción en Andalucía?-, en la Comunidad Autónoma de Madrid con el PP, intentar primero un gobierno con el PSOE de Pedro Sánchez – todavía de Pedro Sánchez – y unos meses después con el PP de Mariano Rajoy, bien puede calificarse de fluctuaciones oportunistas, tambaleantes. Ciudadanos se ha nutrido de votantes y militantes desencantados del PP. Ahora no pocos también están desencantados con Ciudadanos.

 

¿Cómo organizar el partido e invertir el descenso que está experimentando? Ideológicamente, más bien parece próximo al PSOE, pero incluso en esto habría mucho que matizar. Según las autonomías, se puede observar que Ciudadanos es imprevisible, o como decía uno de sus dirigentes “una de cal y otra de arena”.

 

Esta situación convierte a Ciudadanos en un partido imprevisible, donde la fractura entre Albert Rivera y los militantes aumenta conforme pasan los días. Rivera tiene muchos problemas de identidad y de organización en su partido. Se puede contentar diciendo que es un problema de crecimiento, pero no hay crecimiento sino crisis evidente, en número de votos y en sensaciones.

El futuro incierto