jueves. 18.04.2024

De pronto

De pronto, ante la crisis provocada por el coronavirus, nos hemos dado cuenta de las toneladas de trivialidad bajo las que hemos vivido. Nos hemos dado cuenta de todo el tiempo que hemos perdido en riñas absurdas, en acentuar las diferencias.

De pronto, ante la crisis provocada por el coronavirus, nos hemos dado cuenta de las toneladas de trivialidad bajo las que hemos vivido. Nos hemos dado cuenta de todo el tiempo que hemos perdido en riñas absurdas, en acentuar las diferencias.

 

Nos hemos dado cuenta de que no se puede dar por descontado que haya una vida próspera, segura y feliz. De pronto nos hemos dado cuenta de que hay gente dando su vida para que no muramos. Y necesitamos razones y afectos para convivir con la muerte, con la enfermedad, con el imprevisto. Los viejos discursos y las viejas riñas políticas y sociales nos parecen cosas de una época que quedó muy lejana.

 

La realidad ha entrado sin permiso y queremos tener la seguridad de que somos más que la epidemia, y más que las incertidumbres que sufrimos.

De pronto