Toño Maño decidió abrir hace cuatro años "Tiburones en Galicia", un blog en el que, tras un largo período personal comentando en foros, poder publicar todo aquello leído y aprendido en años anteriores acerca de los tiburones: desde información científica a avistamientos o curiosidades de todo tipo.
Él mismo cuenta, en una entrevista con Efe, que no es más que "un hobby", puesto que su puesto de trabajo está como profesor en un instituto de Educación Secundaria, pero, después de "mucho tiempo pensándolo" y sin tener "ni idea de blogs", se decantó por abrir este espacio, hoy en día una de las mayores comunidades de aficionados a estos animales de todo el país.
La conocida película de Steven Spielberg, "Tiburón", le abrió los ojos siendo un niño, creando una pasión que no abandona aunque la vida lo haya puesto, como dice, en "otros lados".
"Fue como una revelación" y, admite que a pesar de que tras el shock le costaba volver a la playa, enseguida comenzó a comprar "de manera compulsiva" revistas y documentales sobre escualos. No es el único, ya que, como cuenta a través de las redes sociales, ha descubierto que hay "mucha gente en Galicia a la que le interesa el tema" y ve que el "espectro de lectores se va ampliando", especialmente cuando los artículos abordan avistamientos o información detallada sobre la presencia de tiburones en Galicia, que son los que "más impacto" generan.
En parte interés, en parte miedo. "La película es el germen" -sostiene Toño Maño- de un terror que considera irracional. Los tiburones "tienen muy claro lo que quieren comer y lo que les interesa", afirma, y achaca el horror que estos animales producen a la conmoción provocada en su día por la película.
"La película, con la música, caló muy hondo", "esa imagen está ahí metida, más de lo que pensamos", manifiesta, y considera que el concepto de tiburón está profundamente ligado a esa impresión. Además -incide- "el agua es un medio ajeno para nosotros", lo que agrava el miedo a pesar de que las "ínfimas" estadísticas mundiales de ataques invitan a la tranquilidad ante la posibilidad de ser devorado por un escualo:
"Los ataques no llegan a 100" de media anual, aun con los millones de bañistas y tiburones existentes en todo el mundo. Un término, el de ataque, que Toño detesta por considerar que denota "intención de causar daño", algo que -según expone- "el tiburón no tiene". "Tú cuando vas a comer algo lo puedes oler, lo puedes tocar"; "un tiburón no tiene manos" -explica Maño- quien cree que los ataques con "intención depredatoria", de existir, son muy escasos. Desgraciadamente, la potencia de los animales conlleva que "si te muerde en mal sitio, mueres desangrado". Aún así, critica a la prensa por su tratamiento del tema, "muy fácil, muy sensacionalista".
Destaca la psicosis que despierta la aparición de una aleta sobre el agua, ya que, aunque "todo animal que mida más de metro y medio puede ser peligroso", actuando con lógica y precaución "no debería haber peligro". En Galicia habitan 47 especies distintas de tiburones, un "patrimonio muy rico" -según recalca Maño- , de las que apenas un puñado (tintoreras, marrajos) pueden ser peligrosos y cuyos ejemplares de gran tamaño "están lejos de la costa".
Por lo demás hay todo tipo de escualos: desde "el pez más grande de Europa" -los inofensivos tiburones peregrinos-, al "más ancestral de los tiburones" -el tiburón anguila-, pasando por excentricidades como el minúsculo negrito, cuya piel, cubierta de fotóforos (órganos bioluminiscentes), brilla en la oscuridad y mediante la cual es capaz de comunicarse con otros congéneres de una forma que recién ahora estamos empezando a comprender.
Respecto a la proliferación de crías de tintoreras en las playas gallegas en este mes de agosto, Maño explica que la Comunidad es una "zona de cría" de esta especie y que las madres no están cerca de los pequeños ejemplares, puesto que no existe una "relación maternofilial". Los ejemplares jóvenes "cuando llegan al metro, metro y pico" abandonan la costa y se van a aguas más profundas.
No obstante, también existen en Galicia múltiples especies amenazadas, como el cailón, en "peligro crítico", el cual Toño Maño denuncia haber visto en las lonjas vendiéndose como un marrajo normal. "Los tiburones son especies con una capacidad reproductiva muy baja", ya que los superdepredadores suelen tener "pocas crías que tardan mucho en madurar", incluyendo, en muchos casos, unos períodos de gestación "mayores que los de los elefantes".
"Una barrida de un arrastrero puede acabar con una o varias generaciones en un área", por lo que las "especies de aguas profundas" están muy amenazadas, detalla el autor de "Tiburones en Galicia", quien advierte de que está acabando con "poblaciones enteras" al usar técnicas pesqueras tan agresivas. "Hace falta una política pesquera radicalmente distinta", apostar por la pesca de bajura artesanal, y "hace falta valentía para hacerlo y no la veo", sentencia Maño, que califica la situación como un "drama" del que desconoce "si va a tener marcha atrás". Por ello, anima a los marineros a "defender lo que es suyo" y a luchar por unas políticas sostenibles y sensatas, además de abogar por un mayor cuidado de lo que se vierte en el océano. "Todo lo que echamos al mar viene para nosotros", repite. De momento, Maño considera que no hay una mentalidad entre los políticos españoles y europeos para abordar este tema con el rigor y la honestidad necesarios". "Alucinaríamos", concluye, en relación a la variedad de tiburones que hay en Galicia, y cree "que queda mucho por hacer" para concienciar a la población.
