El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, ha informado hoy de la aprobación de la suspensión cautelar por un año del uso hostelero y residencial comunitario en la ciudad histórica con motivo de la reforma del Plan Especial. Santiago de Compostela no admitirá, durante este tiempo, nuevas solicitudes hosteleras y de uso residencial comunitario, según explicado el regidor, que ha asegurado en conferencia de prensa que esta medida, que "no afecta a los expedientes que están en tramitación, sino a las solicitudes a partir de ahora", se ha tomado porque "la demanda que podamos tener a futuro puede condicionar la redacción del Plan Especial", ha dicho.
"Esta medida se adopta en el contexto del plan especial, que permite adoptar este tipo de medidas cautelares con antelación de un año", ha dicho el alcalde, que ha recordado que la propuesta "figuraba entre las prioridades del propio programa de Compostela Aberta" dada la "saturación de solicitudes en los últimos años de usos en la zona histórica dedicados a hoteles", ha dicho. Noriega ha reiterado su apuesta por "revitalizar el casco histórico, fijar y aumentar el número de residentes e intentar recuperar determinadas cuestiones de usos", y ha apuntado que "no podemos seguir con esta dinámica de masificación que puede condicionar la propia redacción del Plan Especial que está en tramitación".
"La zona vieja no es un parque temático y tiene un problema de usos respecto al comercio y también de usos respecto a oferta hostelera", ha dicho el líder de Compostela Aberta, que ha aludido a las "26 solicitudes aprobadas desde el año 2013" y ha explicado que esta medida "es la manera que tenemos de cumplir con nuestro programa electoral y de no condicionar la aprobación del Plan Especial". Con respecto al apoyo de los grupos de la corporación, Noriega ha manifestado que en la Comisión Asesora del Casco Histórico se abordó esta suspensión y "hubo consenso de los cuatro grupos".
Parte del sector hostelero, ha dicho Noriega, "coincidía en que en estos momentos la oferta hotelera era excesiva y provocaba precarización en los momentos de desestabilización del turismo", aunque "otras expresiones del sector entienden que la regulación del sector tiene que venir por el propio mercado y el sector".
"Nosotros lo llevamos en nuestro programa y es una parte de nuestro compromiso; pensamos que tiene que haber una intervención del ayuntamiento", ha dicho el alcalde, que ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que la suspensión "no sea suficiente con un año", en cuyo caso se contemplan "aumentarlo". Noriega ha especificado que esta medida va dirigida a establecimientos que tienen un uso residencial, no a aquellos equipados para usos hosteleros, y ha añadido que abordarán un "estudio pormenorizado caso a caso para establecer un criterio general que no comporte agravios".
