viernes. 29.03.2024

José Ramón Q. B, el que fuera comandante de la Guardia Civil de Pontevedra que está acusado de haber abusado de su cargo para contactar con una víctima de violencia machista con fines sexuales, ha negado este martes los hechos ante el tribunal de la Audiencia de Pontevedra que le ha juzgado. El acusado ha reiterado que las relaciones sexuales que denuncia la víctima nunca existieron y que durante el tiempo en el que se interrelacionaron solo contactó con ella para informarle de los avances de la investigación de su caso. José Ramón Q. B, que en el momento de los hechos coordinaba las gestiones que se realizaban en la comandancia de Pontevedra en torno a las víctimas de violencia de género, ha explicado que conoció a la mujer en un hospital en mayo de 2016, después de haber sido acuchillada por su expareja.

 

Según ha relatado ante el tribunal, cuando los médicos le dieron el alta "por seguridad" le ofreció alojarse en un hotel, pero ella lo rechazó y se fue a casa de una amiga. A partir de ahí, según ha añadido, "me desentendí" del caso hasta que decidió localizarla para informarle de que su agresor había sido detenido y, en una segunda ocasión, cuando la mujer alertó a las autoridades de que su expareja habría quebrado la orden de alejamiento y se sentía amenazada.

 

El guardia civil ha explicado que, en ese momento, que fue a recogerla en un coche camuflado y se ofreció a llevarla a un hotel pero, al asegurar la mujer que tenía hambre y ser durante la madrugada decidió llevarla a su casa, situada en el propio cuartel, para hacerle un bocadillo. El acusado ha insistido, ante las preguntas de la fiscal, en que la mujer solo estuvo en su casa durante diez minutos y no mantuvieron relaciones sexuales, algo que según su versión de los hechos ni siquiera llegó a insinuarle.

 

La presunta víctima de estos abusos, sin embargo, difiere de la parte final de este relato y ha sostenido ante el tribunal que el guardia civil le llamó "insistentemente" por teléfono hasta que ella accedió a quedar con él. En el domicilio del agente mantuvieron relaciones que, según la mujer, fueron consentidas y que ella, que reconoció ejercer la prostitución, accedió a las pretensiones del acusado "porque creí que me iba a ayudar con el alquiler", al recibir un pago por acostarse con él. Al terminar, ha explicado la mujer, "cogió unos céntimos y me dijo que no era lo que esperaba, que no valía para nada".

 

Los hechos fueron denunciados de oficio por parte de la comandancia de Pontevedra, tras recibir una denuncia acerca de la actividad irregular de este alto mando al subir a su casa a víctimas de violencia de género, una conducta que ratificó hoy uno de sus compañeros ante el tribunal. Otro de los agentes, que fue quien realizó la investigación sobre este comandante de la Guardia Civil, afirmó haberse entrevistado con dos de las mujeres que, presuntamente, habrían acompañado al acusado en su domicilio y concluyó que habían subido al piso pero no pudo determinar qué hicieron en su interior.

 

La Fiscalía de Pontevedra reclama que sea condenado a un año y medio de cárcel e inhabilitado durante siete años por los delitos de solicitud sexual, negociación y actividad prohibida al funcionario y abuso de su función. Tras el juicio la fiscal ha ratificado esta petición y ha defendido la "credibilidad" del relato de la víctima, ya que considera que fue "firme" en su declaración y advierte que es "poco creíble" que el acusado solo la llevase a su casa para darle de comer.

El mando acusado de fin sexual con una víctima de la lacra machista lo niega