viernes. 19.04.2024

Unas 250 personas se han comprometido hasta el momento a participar en el proceso de recogida de fondos de tres asociaciones gallegas para tratar de blindar el monte vecinal de Froxán, una pequeña localidad del municipio coruñés de Lousame, contra los incendios forestales. En total, los organizadores han conseguido reunir una suma cercana a los 8.000 euros en tan solo dos semanas que servirá para plantar sobre 2.000 árboles en este terreno, que pasa por ser el primer bosque de la península ibérica incluido en el registro de la ONU de Áreas Conservadas por Pueblos Indígenas y Comunidades Locales.

 

Las entidades responsables han creado la figura de "madrinas" para financiar la sustitución de eucaliptos y demás especies pirófitas omnipresentes en la zona en favor de frondosas autóctonas que actúen como "cortafuegos verde" y sirvan además como corredor para la biodiversidad. La campaña, que ha batido récords hasta el momento, tendrá uno de sus momentos clave el próximo 20 de enero, cuando cientos de voluntarios se desplazarán hasta el lugar para plantar un millar de árboles autóctonos como robles, rebollos o alcornoques. "Que 250 personas se lanzaran a apoyar este proyecto es indicativo del cansancio e indignación por una situación insostenible que se agrava año tras año", explica Iolanda Mato, presidenta de la Sociedade Coluna Sanfins, una de las promotoras.

 

El objetivo del proyecto es restaurar hasta 10 de las 100 hectáreas del monte vecinal con especies que conforman el bosque autóctono de Galicia, desplazado por otros cultivos, en una zona que sufre con frecuencia los efectos de los incendios forestales Amadrinar el proyecto permite responsabilizarse tanto de los gastos generados por un único árbol como por extensiones determinadas de superficie, en las que se cubren los trabajos de desbroce previo, adquisición de las nuevas especies y mantenimiento del terreno. Los trabajos se pueden seguir en el portal de ciencia ciudadana Biodiversidade Ameazada. Además, todos los donantes contarán con una placa de piedra con su nombre rotulado al pie de cada árbol o espacio apoyados.

250 Personas amadrinan un bosque gallego para luchar contra el fuego