viernes. 29.03.2024

El Juzgado de 1ª Instancia de Verín (Ourense) ha acordado incoar diligencias de investigación por sucesivos vertidos registrados en el río Támega, en la comarca de Monterrei, para investigar los episodios contaminantes registrados en "los tres últimos años" con el fin de determinar posibles responsabilidades. De este modo, el Juzgado ha admitido a trámite una denuncia interpuesta por la CIG tras el vertido registrado en la provincia orensana el pasado mes de mayo, el cual estaría relacionado con las obras del AVE.

 

Esta decisión se produce tras el reciente juicio celebrado en la ciudad de Ourense también por un delito contra el medio ambiente, referido al vertido tóxico registrado en el río Barbaña en 2009, que provocó graves afecciones a la cuenca fluvial. En el escrito facilitado por esta central sindical, la titular señala que los hechos “hacen presumir la posible existencia de delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, cuya instrucción corresponde a este órgano judicial, según los artículos 14.2 y 15 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal”. Además, pide que se libren varios oficios en el periodo correspondiente a los "años 2016, 2017 y 2018”.

 

En concreto ha solicitado documentación a varios organismos, incluida la Confederación Hidrográfica del Duero (el organismo responsable de la cuenca del Támega) así como del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) relacionada con “los vertidos contaminantes realizados en el río Támega, por obras del AVE, en los años 2016, 2017 y 2018”. En este último caso, la jueza ha pedido “el listado de las empresas adjudicatarias de la obra de Alta Velocidad que lleva a cabo los tramos que recorren el Ayuntamiento de Laza”. Además, ha pedido al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y Fiscalía Provincial copia de los atestados instruidos como consecuencia de los vertidos así de las denuncias formuladas por los citados vertidos de “los tres últimos años”.

 

La denuncia se produjo a raíz del vertido registrado el pasado 7 de mayo en el Támega, de sustancias y residuos químicos de origen desconocido que provocó “la contaminación de sus aguas” así como la emisión de un bando municipal en el que el ayuntamiento aconsejaba no consumir agua potable, después de que las analíticas detectasen niveles preocupantes de ph (7,8), arsénico, hierro, con valores por encima de lo que establecen los criterios sanitarios.

 

A raíz de estos hechos, el Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, abrió una actuación de oficio “para conocer las circunstancias del vertido de residuos ocurrido a principios de esta semana al río Támega, a la altura de Verín y cuyo origen pudo estar en la rotura de una balsa durante las obras del AVE, vertido que la confederación desvinculó de este proyecto.

Un juzgado de Verín incoa diligencias penales por vertidos al río Támega