El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido hoy su actuación durante el proceso de fusión de las extintas cajas de ahorro gallegas; "si volviésemos a empezar haría exactamente lo mismo". De este modo, durante la sesión de control y a preguntas del BNG y En Marea el jefe del Ejecutivo gallego ha vuelto a reivindicar la fusión de Caixa Galicia y Caixanova puesto que, el resultado, es una entidad bancaria con sede en Galicia que de otra forma no habría podido ser, en alusión a Abanca.
Además, ha reiterado la legalidad y la validez con la que se llevó a cabo todo el proceso y ha puesto en valor la 'due diligence' realizada por KPMG que fue un informe encargado por su Gobierno a instancia de las propias entidades de ahorro, que certificaba la viabilidad de las cajas: "nunca le mentí a mi país, nunca tergiversé absolutamente ningún informe", ha sostenido. Sin embargo, los portavoces de ambos grupos de la oposición han puesto en duda las afirmaciones del presidente gallego y han cuestionado las que para ellos son "contradicciones" del líder de la Xunta acerca de la existencia o no de una auditoría que aconsejase la fusión.
La portavoz del BNG, Ana Pontón, recordó que en la Comisión del Congreso referente a la crisis financiera, un representante de la consultora reconoció que en 2009, hizo un estudio encargado por la Xunta sobre la situación de las entidades Caixanova y Caixa Galicia pero que su diagnóstico "no constituía una recomendación sobre si ambas debían fusionarse o no". Por ello, el BNG ha asegurado que Feijóo podría haber incurrido en posibles delitos de "falsedad documental y prevaricación" en el proceso de fusión de las extintas cajas de ahorro gallegas, ante lo que debería tomar la decisión de dimitir.
"Si tuviese un poco de pudor dimitiría, porque los gallegos no se merecen un presidente que les mienta", ha reiterado. De una forma similar se ha manifestado, el líder de En Marea, Luís Villares, que ha reiterado que la Xunta "justificó su decisión en una mentira" y por ello esconde ahora la documentación al respecto, con lo que "incurre en una ilegalidad".
"Las mentiras suponen la vergüenza de los gobernantes, ahí tiene el caso de su triste amigo (Eduardo) Zaplana, de (Cristina) Cifuentes, de (Rodrigo) Rato, (Gerardo) Conde Roa... Todos ellos empezaron con las mentiras y acabaron fuera de la política por mentir, porque detrás de la mentira hay algo que ocultar, normalmente ilícito". Villares, magistrado en excedencia, ha advertido al presidente gallego de que esas mentiras "son cadenas difíciles de arrastrar que, a veces, acaban en la cárcel".
