Este año no está siendo fácil para muchos inversores. Quienes operan en los mercados bursátiles, llevan unos meses de verdadero infarto debido a los desplomes generalizados. ¿Pero sabías que hay un mercado que está resistiendo con fortaleza y gran resiliencia a la crisis que estamos atravesando? Hablamos del mercado de materias primas, que aglutina metales preciosos y combustibles, entre otros activos. A continuación, vamos a hacer una breve radiografía para ver si goza realmente de buena salud.
El petróleo ha ofrecido una rentabilidad asombrosa en los últimos meses
Tras el espectacular crac de abril, el precio del petróleo no ha parado de revalorizarse. Y lanzarse al trading sobre el movimiento del petróleo crudo podría darles todavía más alegrías a los inversores. Por una parte, la adopción finalmente de acuerdos de recorte por parte de los principales países productores está generando una contracción de la oferta. Por otra parte, la producción de esquisto en Estados Unidos ha menguado de manera muy importante, tras la quiebra de petroleras especializadas en este tipo de extracción que tantas polémicas genera.
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El rally de los metales preciosos sigue con fuerza
En tiempos de noticias económicas marcadas por las incertidumbres, suelen producirse importantes crecimientos en las cotizaciones de los metales preciosos. Y este 2020 no ha sido la excepción. Se ha producido un enorme trasvase de capitales desde los mercados de valores a los mercados de metales preciosos. En lo que va de año, tanto el oro como la plata han registrado crecimientos espectaculares. Así, el oro ha pulverizado los máximos históricos y cotiza a mediados de agosto por encima de la barrera psicológica de los 2000 dólares. La plata, por su parte, ha registrado un movimiento explosivo que ha triplicado prácticamente la cotización desde los mínimos anuales registrados en marzo.
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El aluminio, una materia prima que aguanta el tipo
A pesar de que el aluminio no goza de buena salud en Galicia a día de hoy, la situación es bien distinta en otros rincones del planeta. Su demanda en los sectores de la construcción de los países en desarrollo sigue sosteniendo el avance de las cotizaciones, que llevan en ascenso desde los mínimos registrados en el colapso financiero del pasado mes de abril. Puede ser una opción más exótica de inversión que el petróleo, el oro o la plata. A cambio de un mayor riesgo, también puede darnos más beneficios, aunque de todas las materias primas mencionadas esta es la más sujeta a los vaivenes económicos fruto de la pandemia vigente: a menor actividad económica, menor demanda de aluminio.
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En resumidas cuentas, en un año en el que la economía mundial atraviesa por momentos muy difíciles, resulta un verdadero alivio encontrar en las materias primas unos activos que resisten e incluso se revalorizan. Los metales preciosos como el oro o la plata, los combustibles como el petróleo o los materiales como el aluminio se están convirtiendo en valores refugio al rescate de unos inversores que se están enfrentando a uno de los años más complicados que se recuerdan.
