viernes. 29.03.2024

La conciliación laboral-personal en el ganadero: un reto casi quimérico

Muchos españoles tienen ya sus maletas hechas para viajar este puente del 1 de mayo y disfrutar de un descanso, que para un gran número de ganaderos se antoja difícil porque el cuidado de animales no entiende de festivos, con lo que la conciliación personal-laboral se convierte en un deseo complicado.

Muchos españoles tienen ya sus maletas hechas para viajar este puente del 1 de mayo y disfrutar de un descanso, que para un gran número de ganaderos se antoja difícil porque el cuidado de animales no entiende de festivos, con lo que la conciliación personal-laboral se convierte en un deseo complicado. En el contexto del Día del Trabajo, algunos ganaderos han relatado a Efeagro cómo las peculiaridades de su oficio les han impedido disfrutar de lo que consideramos como un periodo normal de vacaciones anuales.

 

No obstante, actualmente hay cooperativas en España que ofrecen ya el servicio de personas cualificadas que sustituyen al ganadero en su explotación para que éste pueda concederse un respiro. La lucense Rosa María Neira, de 40 años, está al frente de una explotación con 60 vacas de leche y tiene que echar la memoria varios años atrás para acordarse de que fue en su luna de miel cuando disfrutó de 13 días de asueto.

 

Dedicarse más a fondo al cuidado de su hija de 5 años también es un reto arduo y confiesa que le gustaría "muchísimo" poder llevarla a las actividades extraescolares pero éstas son a las 16.30, una hora "en la que tengo que estar con el ganado". Neira asegura que no le resulta rentable acudir a esos servicios de sustitución para, por ejemplo, tomarse unas vacaciones porque a lo que gastaría en sus días de descanso, tendría que sumar el pago del empleado y todo en un contexto de escasos ingresos por los "precios bajos de la leche".

 

Rosario Arredondo tiene 59 años y una explotación con cerca de 70 vacas de ordeño en La Revilla, de Soba (Cantabria), en la que lleva trabajando más de 40 años en una actividad con la que está "contenta" pero que "no da descanso y cada año va a peor". "Realmente, no me acuerdo cuándo tuve mis últimos días libres", dice Rosario que, finalmente, logra recordar que fue a los 29 años de casarse cuando se ausentó unos días de la granja para asistir a un campeonato de vaca frisona en Oviedo. Arredondo compagina su oficio en el campo con sus responsabilidades en un sindicato y, aunque ve "fabulosa" la iniciativa de las cooperativas, asegura que a ella "no le renta" contratar a personal para tener unos días de ocio.

 

Precisamente, la cooperativa Campoastur, en Otur (Asturias), tiene en vigor un servicio de "sustituciones" para las labores del campo y el programa 'Date un respiro' que ofrece prestaciones no solo en las explotaciones sino también en el hogar, según detalla su presidenta Mari Cruz Fernández. Según Fernández, estos programas, cuyos precios oscilan entre los 6 y los 12 euros/hora más IVA, están "teniendo éxito" y se usan para cubrir vacaciones prolongadas, días libres o bajas laborales. En Consorcio 'Promoción del Ovino', con sede en Villalpando (Zamora), generaron hace dos años una bolsa de pastores que actualmente cuenta con tres personas contratadas para dar servicio de asistencia al ganadero del ovino en labores variadas como el ordeño o la asistencia en partos.

 

La tarifa, según señala la responsable de Asistencia a los Ganaderos del Consorcio, Mari Ángeles Blanco, es de 50 euros/día y se puede contratar por horas, media jornada o jornada completa. Asegura que la demanda sigue creciendo y de hecho cree que esas tres personas son pocas, por lo que prevén convocar un nuevo curso de preparación a finales de este año. Conciliar trabajo con ocio y vida familiar sigue siendo pues una asignatura pendiente para el ganadero que, a pesar de todo, comienza a tener más herramientas a su alcance para que las características propias de su oficio no le impidan su merecido descanso.

La conciliación laboral-personal en el ganadero: un reto casi quimérico