jueves. 28.03.2024

El último mes de julio fue el más seco en la comunidad autónoma de Galicia desde el año 1986, caracterizado por los valores extremos, con temperaturas más altas de lo habitual, especialmente en lo que respecta a las máximas, y durante el que apenas se registraron precipitaciones. Así se desprende del avance del informe climatológico de MeteoGalicia, que sitúa en el año 1986 el precedente más seco para este mismo período en la comunidad autónoma.

 

Durante todo el mes la tónica general en Galicia fue la influencia anticiclónica y la presencia de aire cálido procedente del sur de la península Ibérica y del norte de África, situación que explica que la temperatura media se haya situado 2,03 grados por encima de lo esperado, con una anomalía incluso más acusada en el caso de las máximas, extremadamente cálidas al superar en 3,03 grados las medidas de la histórica de referencia. El calor fue generalizado en el conjunto de Galicia, si bien los datos más anómalos se dieron en la mitad sur, donde la presencia frecuente de masas de aire cálido dejó muchas jornadas con avisos por temperaturas extremas, según se desprende de los datos del informe. Concretamente, las zonas más calurosas fueron las de O Ribeiro, Verín y Valdeorras, donde la media mensual superó los 34 grados.

 

Por el contrario, los registros más bajos se concentraron en A Mariña lucense y en la Costa da Morte, comarcas en las que los valores más altos apenas llegaron a los 20 grados. La excepcionalidad de este mes de julio desde el punto de vista de las temperaturas se aprecia también si se comparan con el período de referencia 1981-2010, ya que la anomalía media registrada en los termómetros el mes pasado fue la segunda más alta de toda la serie, sólo superada por la del año 2013. Por lo que respecta a las precipitaciones, julio fue también extremo, con lugares de Galicia en los que no llovió durante todo el período, siendo la única excepción el primer día del mes, durante el que un frente poco activo dejó a su paso por la comunidad nubes y alguna lluvia débil por la mañana. El resto de julio fue en general y en el conjunto de Galicia extremadamente seco, tanto que hay que retroceder hasta el año 1986 para encontrar un precedente en el que se hayan registrado aún menos precipitaciones.

 

En concreto, la anomalía media de las lluvias registradas en las estaciones gallegas más representativas fue de un 93 % por debajo de lo esperado en esta época del año. Por zonas, los valores más altos se alcanzaron en A Mariña, comarca que afectada por algún frente débil, y en el este de la comunidad, con tormentas que dejaron alrededor de 50 litros/m2 acumulados. De hecho, la comarca de Valdeorras fue la única en la que llovió más de lo habitual.

 

En relación a los avisos para los próximos días, Galicia se está viendo afectada por una masa de aire cálido procedente del norte de África, que dejará temperaturas elevadas durante las próximas tres jornadas, sobre todo en la mitad sur de la comunidad. Según el boletín emitido por MeteoGalicia para advertir de este episodio, para este miércoles el nivel máximo de aviso será amarillo en la zona del Miño de Ourense y en Valdeorras. Mañana, jueves, se prevé que sea el día de más calor, con aviso naranja también en el Miño orensano –donde podrán superarse los 39 grados- y amarillo en muchos puntos del interior de las cuatro provincias. La influencia del aire cálido africano se mantendrá sobre la comunidad también el viernes, aunque la previsión es que desciendan un poco las temperaturas máximas, que podrían superar los 36 graos. Para esta jornada MeteoGalicia mantiene el aviso amarillo sólo para el Miño de Ourense, la comarca de Valdeorras y el sur de Lugo.

El mes de julio fue el más seco en Galicia desde el año 1986