jueves. 28.03.2024

El Ministerio de Sanidad considera que, aunque la situación epidemiológica en España "no es buena", como atestiguan los más de 23.000 nuevos contagios contabilizados este fin de semana, "no es catastrófica" y los sistemas sanitarios, si bien algunos están sometidos a más estrés, están funcionando "correctamente".

 

"Pero seguimos teniendo incremento de transmisión, y eso no nos puede dejar dormir tranquilos, al menos a nosotros", ha zanjado en la rueda de prensa de los lunes el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, quien ha insistido en que la situación actual no tienen nada que ver con la de marzo y abril. El Ministerio de Sanidad ha notificado este lunes 23.572 contagios de coronavirus desde el pasado viernes, lo que suponen casi 8.000 casos diarios, prácticamente los que se alcanzaron en el pico de la pandemia. Y ahora centra su preocupación por la transmisión comunitaria del virus en tres territorios: Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana.

 

En Madrid, la cifra de fallecidos y de contagios ha bajado respecto al viernes, al pasar de 17 muertos a 14 y de 936 positivos en 24 horas a 459, prácticamente la mitad, pero los pacientes hospitalizados han aumentado hasta 1.832, lo cual ha elevado dos puntos la presión asistencial, que ha pasado del 14 al 16 por ciento frente al 6 por ciento de media en todo el territorio nacional. Mientras que esta "segunda oleada" del coronavirus ha dejado en Andalucía varias jornadas con récords de contagios, 60 fallecidos y un incremento de 60 a 448 ingresados, aunque ello no ha llevado al colapso hospitalario. La situación varía mucho entre provincias, de manera que Málaga es la que más positivos contabiliza, seguida de Almería, mientras que Huelva se mantiene con la incidencia muy baja.

 

En la Comunidad Valenciana, la Generalitat ha confinado el municipio de Benigànim durante 14 días por el incremento de casos en la última semana, por lo que se suspende la actividad educativa presencial y se cierran centros de tercera edad, gimnasios y restauración, el primero que decreta desde el fin del estado de alarma. Unas medidas excepcionales que responden a un incremento exponencial de la incidencia de la enfermedad, que ha pasado de ser de 34,24 por cada 100.000 habitantes en la semana que finalizó el 16 de agosto, a una incidencia de 994,46 en los últimos siete días, en los que se ha producido la pérdida de trazabilidad de los casos. "Estamos consiguiendo una situación epidemiológica que no es buena, pero no es catastrófica, y que los sistemas sanitarios estén funcionado correctamente", ha dicho Simón, quien ha puntualizado, no obstante, que aunque algunos hospitales madrileños "tienen problemas que se pueden controlar".

 

Lo mismo sucede con la presión de la atención primaria, que en algunas zonas como Aragón "ha estado al límite" pero que ya ha conseguido controlar. Sin embargo, en Madrid "está sufriendo un estrés muy importante", aunque el epidemiólogo confía en que se pueda suavizar "en los próximos días" con las medidas que se están aplicando; pero para eso, "se tienen que aplicar bien, de forma contundente", tanto por parte de las administraciones como de la población. Agosto concluye así con un "sabor agridulce" para el responsable español de las alertas sanitarias, ya que, por un lado, se han "incrementado muchísimo" las pruebas diagnósticas y los datos indican que lo que se está detectando es "gran parte de la realidad de la infección" y que se "tienen herramientas para actuar".

 

Desde el inicio de la pandemia se han realizado en España 6.416.533 de pruebas PCR y las comunidades han logrado aumentar en un 10 % su capacidad para efectuar estos test en la semana comprendida entre el 21 y el 27 de agosto, período en el que se han efectuado 136,23 por cada 1.000 habitantes. Si se cuentan también los test rápidos y las pruebas serológicas de anticuerpos, se han efectuado 9.210.337 pruebas diagnósticas, de las que 692.891 corresponden a la semana del 21 al 27 de agosto.

 

Pero, al mismo tiempo, esos datos revelan un incremento de la transmisión que Sanidad confiaba en que hubiera llegado "un poquito más tarde". El director del CCAES ha rechazado de plano que, antes estas cifras, la estrategia deba inclinarse ahora por buscar la inmunidad de rebaño como intentaron países como el Reino Unido o Suecia, y que tuvieron que abandonar poco tiempo después. Porque alcanzar una inmunidad del 60 por ciento implicaría "un número importante de víctimas" que "no podemos consentir".

 

"Si al final de año hay vacuna, esperamos poder inmunizar a la población, por lo menos, a la de alto riesgo", ha señalado Simón. También van sucediéndose las peticiones que han hecho las comunidades de rastreadores militares para parar el avance del virus: hasta este lunes son ocho -Madrid, Andalucía, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Murcia, Baleares, Canarias y Asturias- y Melilla las que han solicitado al Ministerio de Sanidad la ayuda de alguno de los 2.000 efectivos de las Fuerzas Armadas ofrecidos por el Gobierno.

Sanidad mantiene que la situación "no es buena", pero tampoco "catastrófica"