El área sanitaria de Pontevedra ha comenzado a suspender intervenciones quirúrgicas "no prioritarias" ante el aumento de la presión asistencial por la tercera ola de la covid-19 y que, según reconoce el Servicio Gallego de Salud (Sergas), está provocando "dificultades" para ingresar a pacientes que acuden a urgencias. La directora asistencial del área, Sonia Fernández-Arruty, ha reconocido que la situación de los hospitales de Pontevedra "empieza a ser un poco preocupante" ya que la transmisión comunitaria del virus "es ya mayor que en el mes de marzo o abril".
La suspensión de estas intervenciones afecta a pacientes "que podían esperar", según Fernández-Arruty, que ha confirmado nuevas medidas para "evitar y minimizar" la transmisión de la covid-19 en las instalaciones hospitalarias.
Entre otras cuestiones, la dirección del Complejo Hospitalario de Pontevedra ha confirmado que, además de la PCR que se hace a todos los pacientes que ingresan, se harán test de antígenos durante toda su estancia, para detectar "lo antes posible" positivos asintomáticos. Además, se prohibirán las visitas a los pacientes hospitalizados, salvo casos "excepcionales", tras comprobar que durante estas estancias se están produciendo "algunos contagios".
En las plantas de hospitalización hay en estos momentos 59 pacientes, lo que ha obligado a habilitar las plantas de traumatología y neumología para pacientes con covid-19, y prevén que "algunos de ellos empeorarán" y pasarán a la UCI en las próximas horas. En estas unidades de cuidados intensivos la situación también es "preocupante" ya que están ingresados 17 pacientes, aunque cinco de ellos ya han dado negativo en coronavirus.
