martes. 19.03.2024

El ingeniero y profesor fundador de la Singularity University en Silicon Valley, José Luis Cordeiro, ha subrayado hoy que la muerte es "un pequeño problema técnico" que será solucionado por la tecnología, "en el peor de los casos, dentro de treinta años". Cordeiro, miembro de la Academia Mundial de Arte y Ciencia, imparte hoy la conferencia "La muerte de la muerte" dentro del programa "Galicia en la encrucijada.

 

Ciclo de conferencias sobre demografía y futuro", organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección y la Fundación Barrié. Según este experto, la gente "va a vivir indefinidamente joven, no indefinidamente vieja". "Yo no pienso morir", subraya, y dentro "de dos o tres décadas" las tecnologías lo permitirán, puesto que incluso tiene como objetivo "ser más joven en treinta años".

 

En la actualidad, sostiene, ya es posible "cambiar la edad de las células y los órganos" y por eso pronostica que en los próximos años se verá "magia en el envejecimiento".

 

Liz Parrish es la "paciente cero" que desde hace un año experimenta dos tratamientos en Colombia, porque en Estados Unidos y en Europa son ilegales, que han servido para que "al menos su sangre" sea hoy más joven que entonces, por lo que espera un resultado positivo a pesar del riesgo mortal del proceso.

 

Las "células germinales", las que producen los óvulos y los espermatozoides, y el cáncer son ejemplos a seguir, continúa, pues las células de esta enfermedad "no envejecen, son biológicamente inmortales", como tampoco lo hacen las hydras, unos pequeños animales en los que se fijan los científicos.

 

Compañías como Microsoft han anunciado que en diez años podrán curar el cáncer, asevera este experto, que subraya que después será posible "curar la muerte", un proceso al que define como "un pequeño problema técnico" reversible con los avances tecnológicos. "Estamos viviendo un tiempo mágico, increíble. Entre una generación humana mortal y la primera generación humana inmortal", ha detallado.

 

Aunque el "plan A" es la inmortalidad, el plan B es la "criopreservación", que es la congelación de los cerebros o los cuerpos para luego ser reanimados en el futuro, y debe servir a aquellos que no tengan tiempo para alcanzar el momento en que sea posible esa curación de la muerte.

 

Reconoce, no obstante, que en la actualidad no existe la tecnología para reanimar a las personas criopreservadas, que se logrará en medio siglo, aunque incide en que "el sistema legal anticuado que existe en España" no permite esta conservación y por eso pide cambios en las leyes para avanzar en estas prácticas.

 

Preguntado por los altos precios que implicaría la inmortalidad, asegura que, como con toda la tecnología, se abaratará con el paso del tiempo, y añade que "la medicina actual es primitiva" comparada con la del futuro que "no va a ser curativa sino preventiva".

 

También asegura que la superpoblación no será un problema porque "la gente no solo viene con una boca, sino también con un cerebro" que sirve para "crear e innovar", por lo que es necesaria "más gente" en el mundo frente a la tendencia actual, que le preocupa.

 

En todo caso, termina, será posible poblar "y mejorar" otros planetas, como Marte; descarta el exceso de contaminación debido a que la nanotecnología convertirá la basura en materia prima para ser reciclada y su planteamiento de "la muerte de la muerte" implica asimismo el de la religión, "porque las religiones viven de explicar qué pasa cuando tú mueres". "Si no mueres -añade-, no tienen nada que explicar. En el futuro creo que el cristianismo va a ser más mitológico que la religión de los faraones, cuando no haya muerte no habrá religiones".

La muerte es "un problema técnico" que solucionará la tecnología en 30 años