viernes. 29.03.2024

El fundador de la mayor comunidad de usuarios de Instagram del mundo, Phil González, asegura que hoy en día "todo está vinculado a lo digital en nuestras vidas", pero también sostiene que esta "ultraconexión" ha motivado que "ya empecemos a tener esos momentos de hartazgo de lo digital".

 

"Ocurre porque, por un lado, va a haber un aburrimiento, nos aburrimos de todo en general, es algo humano", y por tanto "iremos saltando de forma de divertirnos, y puede que, en algún momento, volvamos a ciertos valores más tradicionales, a querer estar en un sitio desconectado y disfrutar de tu familia y amigos, donde no haya wifi, donde no te puedan llamar", explica en una entrevista con Efe.

 

Este experto en redes sociales, creador de la comunidad Instagramers, cree que "estamos de vuelta a lo vintage", a que a los jóvenes les encanten las zapatillas de sus padres, a las bicicletas, a querer comida natural, y en el plano digital, "querremos en algunos puntos de nuestras vidas no estar conectados".

 

Lo que no quiere decir que el resto de la semana no haya que permanecer conectados, advierte, porque "ya todo está vinculado a lo digital" y "ahí sí veo complicado que haya marcha atrás". El fundador de Instagramers, que participa hoy en la decimotercera edición del evento Coruña Bloggers, ha trabajado en el mundo empresarial relacionado con la red y asegura que Instagram se ha convertido en uno de los fenómenos más importantes de las redes sociales en los últimos años y es "donde hay que estar si queremos formar parte del mundo digital".

 

Esta plataforma permite compartir fotos de forma instantánea, también vídeos en directo y minifragmentos de vida efímeros, en resumen, facilita "contar el mundo bajo un nuevo prisma" y por eso "hoy es la aplicación que tiene más éxito en el mundo, con un crecimiento de cien millones de usuarios cada seis meses de media", subraya González.

 

Comprada por Facebook en 2012, es "la red social de moda" y "ha cambiado la vida de millones de personas", porque si inicialmente con Facebook estabas conectado con amigos, en Instagram la gente comparte su vida sabiendo que "el resto del mundo entero te puede ver", por lo que "ha democratizado la compartición de contenidos personales" y, en consecuencia, "ha caído el nivel de censura".

 

Además, los usuarios se han acercado más a la producción de contenidos audiovisuales y "cualquier hijo de vecino hace un vídeo y lo transmite en directo a través de un móvil"; también ha cambiado la relación con la creatividad y "mucha gente ha empezado a descubrir otros mundos", a encontrar trabajo y promocionar productos, y han surgido millones de historias de amor. Phil González dice que "somos esclavos del móvil" porque "necesitamos estar ultraconectados" con los demás y por eso existe la nomofobia, el miedo a salir de casa sin el teléfono móvil, pero también porque "necesitamos contar nuestras vidas y no quedarnos fuera del mundo".

 

A las generaciones actuales les interesa lo que está pasando ahora, de ahí el éxito de Instagram, "y cada vez menos el pasado y el mañana". "Sencillamente, en las nuevas generaciones hay una pérdida de la nostalgia en general; nosotros teníamos 100 fotos en una caja y los jóvenes de hoy producen miles de fotos al mes", añade este experto en redes sociales.

 

En su opinión, se ha acelerado tanto el ritmo de vida que "ya no hay tiempo ni para pensar en el pasado ni para pensar en el futuro, estamos en el mundo del ahora". Según González, unos pocos elegidos pueden vivir de Instagram, una red social que, como las demás, "pagas con tus datos personales ese momento de disfrute de interconexión". Cada vez más los usuarios tienen "cierto miedo a la pérdida de privacidad" y, augura, "va a haber un miedo que va a ir creciendo a medida que aparezcan casos problemáticos".

 

"Mientras no te roban la casa o el coche no tienes miedo, pues en redes sociales pasa igual, el día que empiece a haber problemas de pérdida de privacidad o económica por robos la gente se concienciará del peligro de tener todo sus datos en internet", asegura González. Pese a todo, no va a dejar de usar las redes sociales, aunque lo que sí podrá ocurrir es que empezará a "volverse anónima y a tener cuidado con lo que dice, lo que cuenta y lo que muestra".

Phil González: "Ya empezamos a tener esos momentos de hartazgo de lo digital"