viernes. 29.03.2024

La parroquia de Cordeiro se vistió de fiesta para celebrar el Día de la Candelaria con la tradicional Procesión dos Lacóns, que esta mañana hizo el recorrido entre Vilar y la iglesia de Cordeiro acompañada por multudid de vecinos. La coincidencia en domingo y la jornada de sol propiciaron que cientos de vecinos se sumasen a la caminata de acompañamiento a las ofrendas y la los santos Antonio, Roque y Paio.

 

Fue, sin duda, la procesión más concurrida de los últimos años. Un grupo de niños y mujeres de la parroquia portando en sus cabeza las cestas con los lacones encabezaron la comitiva, que tuvo como punto de partida la capilla de Vilar. Allí, a las 10 de la mañana, el sacerdote Manuel López Castro realizó la bendición de las candelas y ofició una misa antes de dar salida a la peregrinación por siete aldeas de la parroquia. De Vilar salieron cinco de los lacóns ofrecidos y en la primera parada, en Vilarello, se sumaron tres más.

 

Las bombas anunciaban la llegada de la procesión a cada una de las aldeas. Como es costumbre, en varias de las paradas los vecinos decoraron altares con flores y cruces hechas con naranjas en las que reposaron San Antonio, San Roque y San Paio mientras el paso descansaba y las mujeres que lo guiaban cogían alientos.

 

En Ferreirós, los recibieron con una merienda con galletas, magdalenas y unos tragos de anís y vino dulcce. Fue solo el aperitivo del convite que unos minutos después les ofreció el cura en el interior de la rectoral a base de tortilla, bocadillos y otros pinchos.

 

A La llegada a la iglesia de Santa Comba la procesión dio una vuelta completa al templo antes de que los tres santos y las ofrendas accediesen al interior. A continuación, el párroco Arturo Lores celebró la misa solemne que dio paso a la subasta de las ocho patas de los lacóns entre una gran expectación.

 

Las patas de cerdo se vendieron por 50 euros, 77, 56, dos por 65, 70, 60 y, el más codiciado, 125 euros. Se recaudaron, en total, 568 euros para la parroquia. La Procesión de los Lacóns es una de las tradiciones religiosas más singulares de cuantas se celebran en Valga y su origen se remonta al siglo XIX, cuando una epidemia de peste afectó al ganado y provocó que los vecinos comenzaran a hacer estas ofrendas a los santos.

 

El día 25 de enero –festividad de San Paio– San Antonio y San Roque se trasladan desde la iglesia de Cordeiro hasta la capilla de Vilar como homenaje al patrón de esta aldea. Allí permanecen durante más de una semana, hasta el día de la Candelaria, cuando San Antonio y San Roque regresan en procesión hasta el templo de Cordeiro con el acompañamiento de San Paio.

La Procesión dos Lacóns une historia y devoción en Valga