sábado. 20.04.2024

El alcalde de Sarria, Claudio Garrido, ha reconocido que es "muy difícil" que pueda gobernar el Ayuntamiento sin dedicarse de manera exclusiva a la gestión municipal, después de que los grupos de la oposición municipal -formada por PP, PSdeG y BNG- tumbasen la propuesta de retribuciones que llevó a pleno para él y para parte de su equipo de gobierno. En declaraciones a EFE, Garrido recordó que él es "funcionario de la Xunta del grupo A", por lo que considera razonable tener un sueldo como alcalde similar al que percibe en la actualidad por su trabajo y no "ir al Ayuntamiento por menos dinero".

 

Desde su punto de vista, la posibilidad de continuar como hasta ahora durante todo el mandato es "difícil" de asumir, porque compaginar su trabajo con la Alcaldía de "un municipio con las dimensiones y el número de habitantes de Sarria" es "complicado". "Es muy difícil gobernar de esa manera. Es muy difícil compaginar mi trabajo de oficina y de mañana con la gestión del Ayuntamiento, pero si la mayoría del pleno así lo decide, tendré que aceptarlo. Los vecinos tendrán que acostumbrarse a venir a hablar con el alcalde por las tardes", dijo Garrido.

 

En todo caso, no pierde la esperanza de llegar a un acuerdo con otros grupos, dado que gobierna en minoría, porque considera que lo sucedido con los sueldos forma parte de la estrategia política de los partidos que ahora mismo están en la oposición, precisamente para forzar una negociación o incluso para provocar la formación de un gobierno de coalición.

 

A ese respecto, aseguró que su grupo "está de acuerdo en buscar una estabilidad para el gobierno" local, pero también aclaró que eso será después de analizar "cuál es la situación real" del Ayuntamiento de Sarria, porque en algunos aspectos "la gestión ha dejado mucho que desear". "Primero tenemos que ver lo que se puede hacer, cómo está el Ayuntamiento, y después buscar esos acuerdos", dijo Garrido, quien confía en que la propuesta para establecer los salarios en el gobierno local salga adelante "en el próximo pleno".

El alcalde de Sarria ve difícil compaginar el cargo con su trabajo