El armador de un palangrero que en abril pasado descargó en el puerto pontevedrés de Moaña un total de 27 toneladas de atún rojo, sin tener autorización, se enfrenta a un expediente sancionador por dos infracciones graves que pueden conllevar una multa de hasta 120.000 euros, informaron hoy fuentes de la Guardia Civil.
La descarga de atún fue controlada por agentes de la Guardia Civil, en colaboración con el servicio de Inspección Pesquera, que constataron que el pesquero carecía del preceptivo permiso y presentó una declaración de pesca supuestamente falseada, añadieron las fuentes. En la inspección documental del barco, los agentes comprobaron que en la declaración de capturas figuraban, entre otras especies, 26.000 kilos de atún de la especie patudo.
Como los ejemplares que traía el palangrero en sus bodegas venían congelados, sin cabeza ni aletas, características morfológicas identificativas de la especie, y ante la sospecha de que se trataba de atún rojo, la Guardia Civil optó como medida cautelar por precintar las bodegas y las escotillas de extracción de carga. A su vez, requirió la colaboración del servicio de Inspección Pesquera del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que tomó y analizó en su laboratorio varias muestras de los ejemplares intervenidos, que resultaron ser compatibles con la especie de atún rojo.
El atún rojo, cuyo valor comercial es muy superior al del atún patudo, es una especie sujeta a restricciones en su pesquería mediante un plan de recuperación a instancia de las autoridades comunitarias que dan lugar a que cada país tenga asignada una cuota de capturas. También exige un listado de buques autorizados que deberán ir provistos de un documento de capturas y que solo podrán desembarcar o transbordar en los puertos autorizados y en los días y horarios habilitados.
