La Audiencia Provincial de Lugo ha condenado a un padre a tres años de cárcel, lo que solicitaba el ministerio fiscal -por apropiación indebida-, al quedarse con buena parte de la pensión de orfandad de su hija menor, prestación que le correspondía a la niña por el fallecimiento de su madre y que tenía que administrar su abuela. El juicio se celebró el pasado 30 de octubre en la Audiencia Provincial de Lugo y la sala considera probado que entre los años 2011 y 2016 el acusado se quedó para su propio beneficio con más de 35.000 euros que eran de su hija, porque cobraba directamente la pensión de orfandad y solo le entregaba a la abuela de la pequeña 180 euros mensuales.
La sala estima "como acreditada la tesis de las acusaciones", o lo que es lo mismo que el padre cobraba más de 657 euros al mes correspondientes a la pensión de orfandad de su hija, una niña que en la actualidad tiene doce años, y "pese al conocimiento de que tenía la obligación de entregar el dinero a la abuela para atender a los alimentos" de la niña, solo le daba "180 euros". El tribunal aclara en la sentencia que la pena impuesta se establece "en el límite que se señala por la acusación pública, "pues se trata de una conducta singularmente reprobable, de un padre que pudo haber dejado a su hija sin la posibilidad de tener sufragadas sus necesidades, por su solo designio de disfrutar de un dinero que no era suyo".
De hecho, hace constar que "en el propio acto de juicio, mostró una actuación de desprecio y cosificación hacia la niña", llegando a pronunciar la expresión "cuando la puse a mi nombre, como si se tratara de la inmatriculación de un objeto". "Todo ello nos lleva a considerar que esa circunstancia personal del acusado y la extraordinaria gravedad de su conducta determina la imposición de la pena en su concreción máxima", señala el tribunal en la sentencia, o lo que es lo mismo, a condenar al padre a cumplir tres años de cárcel y a devolver el dinero que se quedó de forma indebida.
El letrado de la acusación particular explicó a Efe que "el padre se quedaba con la pensión de orfandad de la hija, cuando la custodia" de la niña recaía en la abuela, que era la que "tenía que administrar" esa prestación. Al morir la madre de la niña, precisó el letrado, el acusado inició un expediente de reconocimiento de filiación y le reconocieron a él la paternidad de la niña, pero también hubo una sentencia en la que se aclaraba que el dinero de la pensión de orfandad tenía que administrarlo la abuela, porque era quien tenía "la guarda y custodia". Precisó que la pensión ascendía a "675 euros al mes, con catorce pagas anuales", pero el acusado "solo le mandaba a la abuela 180 euros", de modo que era la anciana quien "se hacía cargo de todos los gastos, de alimentos, vestido, transporte escolar y comedor, de todo".
Según el letrado, el dinero que le remitía el padre "no le llegaba para nada, evidentemente", hasta que "unos años después descubrió que las estaba engañando, porque se quedaba con el dinero" de la pensión de orfandad. Entonces, "fue a la Seguridad Social, preguntó" y allí informaron a la abuela de que "la pensión no era de 180 euros, como le decía el padre de la niña, sino de 675 euros". "En la propia Seguridad Social la animaron a denunciar, porque era ella quien tenía que administrar el dinero de la niña", aclaró. Por otra parte, el abogado de la acusación particular también recordó que el acusado ya fue condenado en su día por un delito de abandono de familia, dado que "tenía que pagarle una pensión de alimentos mensual de 200 euros" a la niña, pero "no le pagó ni un duro durante ocho años".
