El Ayuntamiento de Pontevedra ha establecido una serie de medidas que eviten aglomeraciones en sus cementerios durante el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, entre ellas la instrucción de no permanecer en ellos más de media hora.
"En Pontevedra somos gente muy razonable y si lo recomendamos seguro que lo cumplimos sin prohibir", ha señalado la edil responsable del área, Carmen Fouces, que apela al "sentido común" de los ciudadanos para no superar el aforo permitido.
Para regular los accesos, el gobierno municipal ha ordenado colocar marcas en el suelo para señalizar los itinerarios de circulación por los cementerios y, en el caso del de San Mauro -el más grande de la ciudad- se habilitará un único acceso, reservado para peatones. Solo podrán entrar coches en el caso de que transporten a personas con movilidad reducida y siempre previa llamada al servicio municipal de cementerios. Además, Fouces ha recordado que los cementerios no cuentan con dispensadores de hidrogel, pero lo que recomiendan a los visitantes que acudan con su propia solución para desinfectarse las manos antes y después de estar en las instalaciones.
Los cinco cementerios de Pontevedra abrirán en horario continuado entre las nueve de la mañana y las siete de la tarde para facilitar que las visitas se espacien a lo largo del día. "Es un día de mucha afluencia y puede resultar conflictivo en el marco de esta pandemia", ha añadido la concejala, que asegura que el Ayuntamiento "está a la espera" de las instrucciones que "prometió sacar" la Xunta de Galicia a este respecto.
