viernes. 29.03.2024

Un hombre acusado de abusos sexuales sobre su hijastra cuanto ésta tenía 11 años ha negado los hechos y ha atribuido la denuncia de la menor, que se lo contó a su madre, y ésta a su vez a la policía, a celos o a una mala relación con su padrastro. Severino F.S., para quien la fiscal del caso pide una pena de 15 años de prisión, ha negado que tocara y mantuviera relaciones sexuales completas con la menor en el domicilio familiar, durante su declaración en la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra. También ha declarado, aunque a puerta cerrada, la presunta víctima, quien se ha ratificado en su versión de los hechos.

 

El acusado ha deslizado que los tres hijos de su mujer fruto de una relación previa, dos niños y una niña, "no querían que estuviésemos juntos", él y su mujer, y que de hecho ejercía sobre ellos más como "un educador" que como un padre. También ha señalado que quizá la víctima sentía celos por el trato que le dispensaba a la hija que tuvo en común con su esposa.

 

Severino F.S. ha admitido que llevaba a acostarse a su hija y a su hijastra, que compartían cama, y que en ocasiones se quedaba dormido con ellas, pero él en un extremo y la víctima, en otro, y en medio, la niña de menor edad. Respecto a las manchas de semen que la madre halló en las sábanas de la cama de las niñas, que las pruebas de ADN atribuyen al acusado al 99,9% de posibilidades, según ha avanzado la fiscal, ha dicho que no sabe cómo llegaron allí, y ha especulado con que quizá fue "por transferencia de los calzoncillos". A preguntas del ministerio público, ha negado que la niña forcejeara con él o que usara preservativos cuando presuntamente abusaba de ella.

 

También ha negado que le reconociera a su mujer que se había propasado con la menor y que las relaciones fueran "consentidas". A continuación, a instancias de la fiscal, se ha reproducido en sala una grabación con móvil realizada por la madre en la que se escucha cómo al principio lo niega todo, luego lo admite "relativamente", dice que "eran juegos" y también habla de "relaciones consentidas". Severino F.S. ha dicho que no se reconoce como uno de los participantes de esa conversación y que tampoco está plenamente seguro de que sea su mujer a la que se escucha en la grabación.

 

Su mujer, en cambio, ha ratificado que fue ella quien grabó la conversación con su marido en el salón de la casa. También ha desmentido al acusado respecto a que la discusión que mantuvieron el día antes de su detención fuera a cuenta "de los niños", como éste deslizó en su declaración, sino que le exigió explicaciones a raíz de que encontró manchas de semen en la sábana de las niñas.

 

Ha relatado que preguntó a su hija y que ésta acabó admitiendo los abusos, pero no le dio detalles, y que la pequeña de la casa le dijo que había visto a su padre y a su hermanastra en la cama "como hacen los papás y las mamás". La mujer también ha contado que vio varias veces a su marido acostado tras la víctima, y no a uno y otra a cada extremo de la cama, y que éste lo justificó en que la niña le pidió que la abrazara.

 

Ha declarado que en cuanto encontró las manchas de semen no dudó un instante de que era de su marido, y que en todo momento creyó a su hija. Respecto a la insinuación del acusado de intereses espurios por parte de la menor, ha negado la mayor, y ha añadido que el acusado perdió la autoridad respecto a sus dos hijastros varones, pero no con la víctima.

 

En el turno de cuestiones previas, la abogada de la defensa ha planteado la nulidad de la actuación de la Policía Local, pues fue la que detuvo a su cliente y realizó, a su criterio, labores que competen a la Policía Judicial, y porque no fue informado de sus derechos. También ha solicitado la nulidad de la prueba de la sábana con manchas de semen aportada a la causa, al juzgar que no se guardó la cadena de custodia.

 

Un extremo que han rebatido los agentes que han declarado como testigos, tanto de la unidad de familia de la Policía Local, como de la Científica de la Policía Nacional que analizaron los vestigios contenidos en esa prenda. Varios policías han coincidido en señalar que minutos antes de ser detenido, el acusado estaba "tranquilo", incluso "muy tranquilo", y que en ningún momento reconoció los hechos. El juicio proseguirá mañana con tres nuevas testificales, las pruebas periciales y las conclusiones.

Un acusado de violar a su hijastra achaca su denuncia a celos o a la mala relación