jueves. 28.03.2024

Dos jóvenes de origen rumano, de 27 y 22 años, reconocieron hoy en parte los hechos que les imputa el Ministerio Fiscal por el asalto que supuestamente perpetraron el día 23 de septiembre de 2014 al club de alterne Tritón, ubicado en el kilómetro 489 de la carretera Nacional VI, en el municipio lucense de O Corgo. El Ministerio Fiscal acusa a ambos jóvenes de los delitos de robo con violencia en grado de tentativa, detención ilegal y lesiones, por lo que pide para ellos una pena de ocho años y tres meses de prisión.

 

Según el escrito de acusación, al que EFE ha tenido acceso, ambos jóvenes llegaron al club alrededor de las nueve de la mañana y, una vez dentro, se encontraron con la mujer que habitualmente se ocupaba de las labores de limpieza, a la que cogieron del pelo y arrastraron hasta la cocina, donde la ataron de pies y manos con bridas de plástico y le taparon la boca.

 

A otro empleado del club, que llegó una hora más tarde, le taparon la cara y, según el fiscal, lo "golpearon con gran violencia en el rostro" antes de huir del lugar sin llevarse nada del establecimiento. Durante su declaración en la vista oral, que se celebró hoy en la Audiencia Provincial de Lugo, uno de los acusados reconoció que tanto él como su compañero acudieron aquella mañana al Tritón en busca de dinero, porque se encontraban en una situación de gran necesidad y pensaron que "en un puticlub hay pasta".

 

En todo caso, negó que tuviesen intención alguna de hacerle daño a nadie, porque al ir a primera hora de la mañana esperaban encontrar el local vacío. Al toparse con la mujer de la limpieza, dijo que la llevaron a la cocina y la ataron de pies y manos, además de quitarle el móvil y dejarlo "al lado de la lavadora", para asegurarse de que no tenía modo de llamar a nadie.

 

Durante una hora, explicó uno de ellos a la sala, tanto su compañero como él intentaron sin éxito abrir la puerta de la oficina de club para buscar dinero, hasta que escucharon llegar a otra persona, el otro empleado del club, momento en el que se asustaron y decidieron huir. Ambos procesados negaron haber golpeado con saña a ese empleado del club y sólo admitieron que hubo un forcejeo con él, que se cayeron al suelo y que emprendieron la huida de inmediato.

 

"Queríamos coger algo de dinero y marcharnos", dijo el segundo procesado. Por su parte, la mujer que se ocupaba de la limpieza, confirmó que acaba de ponerse "el uniforme", sobre las nueve de la mañana, cuando notó que la cogían del pelo y le tapaban la boca, para luego atarla con "con bridas" y dejarla en la cocina del club. El otro empleado del club ofreció una versión diferente a la de los acusados, dado que declaró que, nada más entrar en el local, le taparon la cabeza y empezaron "a golpes con él", por lo que se cayó al suelo.

 

De hecho, a causa de la agresión, perdió dos dientes y se le rompieron las gafas. Según su declaración, ambos acusados huyeron del lugar porque probablemente se asustaron al escuchar que llegaba un coche al aparcamiento, que resultó ser el de "la panadera".

Acusados de asaltar un club de alterne y retener a una empleada lo reconocen