viernes. 19.04.2024

Una mujer, que fue apuñalada en Ourense por otra en una reyerta ocurrida en 2015 ha reconocido hoy en el juicio únicamente el navajazo aunque no ha llegado a situar a la acusada, María Jesús E.M., como responsable de la agresión, como tampoco ninguno de los familiares que estuvo en el suceso.

 

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Ourense ha acogido el proceso por una puñalada supuestamente provocado por el hecho de que la familia de la acusada no aprobaba que la víctima mantuviese una relación con un sobrino de la procesada. Aunque la víctima no ha precisado quién la agredió, la Fiscalía ha recordado que la en declaraciones anteriores la víctima sí situó a la acusada como la persona que le agredió.

 

Los hechos tuvieron lugar el 21 de mayo de 2015, sobre las seis de la tarde, cuando la encausada y su madre, en compañía de otros familiares varones, se encontraban en la calle Río Navea frente al portal de su vivienda, momento en que la víctima se aproximó a las dos mujeres para pedir explicaciones por supuestas amenazas, que decía que si no dejaba a su sobrino, la dejarían "tirada en el suelo".

 

A partir de aquí, la acusada y sus familiares no han llegado a precisar cómo se produjo la reyerta, en la que se vieron envueltos cuatro miembros de esta familia y que supuestamente se originó debido a la oposición de la madre y su hija, de etnia gitana, a que M.J.G.J. se viera con su sobrino.

 

En esta causa también estaba procesada la madre de la acusada, pero falleció antes de la fecha en la que ha sido señalado el juicio oral. En la vista celebrada en la Audiencia Provincial de Ourense, la víctima ha reconocido que hubo "un forcejeo" donde se engancharon "de los pelos" y que, acto seguido, sintió "un pinchazo" y la "salida de la navaja", aunque ha aclarado que no vio la navaja ni sabe quién la apuñaló.

 

"Sentí un pinchazo y calor y al sacar la mano vi que sangraba abundantemente", ha relatado, una versión que ha puesto en duda la fiscal, tras recordar que anteriormente había declarado que "estaba segura que había sido María Jesús".

 

Los policías que intervinieron en el caso no fueron capaces de localizar el arma con la que supuestamente la apuñaló la procesada ni llegaron a registrar a las otras personas que se encontraban en la reyerta. Durante su declaración, uno de los agentes ha asegurado que la víctima "identificó" perfectamente a la acusada asegurando que había "entrado en un portal" y, en ese momento, vieron a la acusada y familiares saliendo del inmueble. Ninguno de los testigos que participaron en el forcejeo ha señalado a la acusada como autora de la puñalada.

 

La fiscal, que pide por estos hechos seis años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa, ha considerado que existe "prueba de cargo suficiente" para ratificar que la acusada fue autora de la agresión y se ha sustentado para ello tanto en el relato "persistente" de la víctima en las anteriores declaraciones como en las "amenazas" proferidas contra ella, extremo que fue ratificado en la vista oral por su propio tío.

 

En este caso, ha justificado su petición por un delito de homicidio y no de lesiones en que existe "un dolo directo o eventual" al entender que hubo un ánimo de matar y que las heridas fueron infringidas cerca de "órganos vitales" junto a que no se le prestó auxilio.

 

De hecho, los forenses aseguraron que de no haber recibido tratamiento podría haber estado "en peligro" su vida. Respecto al "cambio" de declaración, la fiscal ha atribuido a "posibles presiones" del entorno de la acusada para que "retirara la denuncia" y ha recordado que un cambio de opinión "no quiere decir" que los hechos, ocurridos en la vía pública, se dejen de juzgar. Por el contrario, la defensa ha pedido la libre absolución por la "inconsistencia probatoria y contradicciones e imprecisiones entre la declaración de la denunciante y las manifestaciones de los testigos" durante todo el procedimiento.

 

Estas contradicciones -ha añadido- "imposibilitan sustentar el relato de hechos que sostienen las acusaciones pública y privada", dejando abierta la posibilidad de que "otra persona" le hubiese dado la puñalada dada la "cantidad de manos" y de personas que participaron o mediaron en la pelea.

 

En este sentido, ha insistido en los agentes no cachearon a las otras personas a pesar de que no apareció el arma y ha apuntado que en ningún momento tomaron declaración a un hombre llamado Tony, que también estuvo en el lugar. Además, ha descartado un posible "concierto" entre bandos para agredir a la víctima así como la existencia de un dolo tras asegurar que fue "la víctima quien fue a buscarla" y no al revés y la falta de pruebas de que intentasen ir a órganos vitales recordado que no hubo reiteración en este acto.

La Mujer apuñalada en una reyerta admite la agresión pero "nadie" sabe quien la agredió