viernes. 29.03.2024

Las primeras hipótesis tras el hallazgo del cadáver del preso gallego Fernando Iglesias Espiño en una finca situada en el ayuntamiento de Piñor de Cea, en la provincia de Ourense, apuntan a "una muerte violenta", según han indicado a Efe fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia. Los indicios descartan así un fallecimiento de carácter fortuito después de su desaparición el pasado 13 de agosto, cuando no regresó de un permiso penitenciario.

 

El hombre tendría que haber vuelto al penal de Pereiro de Aguiar en el que cumplía condena por haber matado a su mujer y a sus dos hijos en Jinámar (Gran Canaria); sin embargo su cuerpo apareció este jueves en una granja. La causa judicial ha sido declarado secreta. Así, tras la localización del cuerpo, dos personas han sido detenidas en el marco de la investigación sobre la cual está decretado el secreto de las actuaciones. Desde un inicio los investigadores mantenían todas las hipótesis abiertas, al no descartar que le hubiese podido suceder algo y tampoco que simplemente hubiese decidido no regresar, pese a haber cumplido más de tres cuartas partes de la condena.

 

Fernando Iglesias Espiño, de origen pontevedrés, había sido condenado a 54 años de prisión por el triple parricidio tras matar a su esposa y a sus dos hijos. Y este hombre, que ingresó en prisión en 1996, había cumplido 22 de los 25 años que como máximo puede pasar en la cárcel según el código vigente cuando fue condenado por asesinar a su mujer y a sus dos hijos. En la actualidad, se encontraba en régimen de tercer grado y cumplía su pena en el módulo del centro penitenciario donde se encuentran los presos en régimen de semilibertad y salía de la prisión cada dos fines de semana.

Los investigadores apuntan a una "muerte violenta" en el preso del Pereiro