Un acusado por vender una casa de la que ya no era propietario, por haberla vendido con anterioridad a otra persona, delito por el que se le piden dos años de prisión, ha alegado que la primera transacción no existió puesto que fue "ficticia", a un amigo que se comprometió a no "inscribirla" en el registro.
La sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña con sede en Santiago, acogió hoy una vista contra el acusado, J.S, y su ex-pareja M.M, para la que en un principio el Ministerio Fiscal también reclamaba dos años de prisión pero que hoy rebajó a "la mínima" de un año, por el mismo delito.
El representante del Ministerio Fiscal acusa así a ambos de haber vendido en el año 2005 una casa en la calle Vite de Abaixo (Santiago), por un precio de 32.500 euros, y tras ello, en 2007, "conscientes" de que ya no eran propietarios del inmueble, los acusados constituyeron una hipoteca sobre la finca a través de otra escritura.
Sin embargo, el primer comprador de 2005 y acusación particular en este juicio, no inscribió su adquisición hasta el 2008, momento en el que el banco previamente había inscrito su derecho real de hipoteca, inmueble sobre el cual se acordó una subasta. No obstante, en la vista celebrada esta mañana el principal encausado ha asegurado que la primera venta "no fue real", ya que se le hizo a un amigo "para formalizar el pago de unas letras de cambio" puesto que él y su pareja debían dinero "a dicho señor".
"De buena fe fuimos al notario e hicimos una venta ficticia, poníamos de garantía esa casa y él se comprometió a no registrarla" ha explicado J.S, que ha insistido en que su intención nunca había sido vender la casa que era "lo único" que les quedaba después de años de trabajo. Por ello, se ha declarado sorprendido por la denuncia de su amigo, y primer comprador de la casa "yo no pensé nunca que iba a actuar de mala fe, el sabía que era una venta ficticia", y por ello, ha aclarado, el denunciante no la inscribió en el registro.
Sin embargo, el denunciante ha relatado que compró esa casa porque "le interesaba" por el precio, y porque la pareja "necesitaba" ese dinero para amueblar un negocio que iban a abrir. De este modo, ha apuntado que el motivo por el cual no inscribió el inmueble en el registro fue por "falta" de conocimiento.
"Para mí estaba clarísimo que estaba registrada", ha dicho, al reiterar que pagó los impuestos referentes a la compra-venta, pero no así el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) ni puso a su nombre el suministro de la luz y el agua. Ha comentado que pagó un precio bajo por la casa, puesto que el resto del importe que en realidad costaba el inmueble fue destinado a saldar una deuda que los demandados supuestamente habían contraído con él.
"Yo lo que sé es que me quedé sin casa, eso es todo, ahora está en ruinas", ha zanjado. Respecto a la otra acusada M.M, ha expuesto que ella no era conocedora de los trámites de compra-venta de las propiedades puesto que, de los mismos, se ocupaba su pareja sentimental, que le obligaba a firmar los documentos, y por ello, aparece en el documento de venta. "Yo tenía que firmar sí o sí.
Mi anterior pareja y yo teníamos una relación un poco conflictiva", ha relatado en la sala. La imputada ha manifestado además que ella no dudó de la conformidad en los trámites con el primer comprador ya que tenía "muy buena relación" con su pareja, "yo pensé que todo estaba saldado". En la sesión de esta mañana también han declarado como testigos trabajadores del banco que estuvieron presentes en la segunda venta y que han afirmado que el que manejaba los asuntos bancarios e hipotecarios era él.
La acusación particular ha mantenido su petición inicial de dos años de cárcel para cada uno, y de 71.500 euros en concepto de responsabilidad civil. Por otra parte, los letrados de las defensas han reclamado la absolución de sus patrocinados al considerar que la primera venta fue "una cesión en prenda" y no una venta real, "coherente" con la falta de inscripción en el registro. Según han dicho, prueba de ello es "el bajo" precio que supuestamente pagó el demandante y que no exista tampoco "documento acreditativo" alguno de la operación monetaria.