viernes. 19.04.2024

Un hombre acusado de violar a una mujer en los baños de una discoteca de Vigo, A.F.D.F., ha alegado hoy en el juicio que la víctima se le acercó mientras bailaba en la pista y que las relaciones sexuales que mantuvieron fueron consentidas, después de que ella accediese a acompañarlo a "un sitio íntimo".

 

La vista oral, en la que el fiscal pide nueve años de cárcel, se ha celebrado esta mañana en la Sección Quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo. El acusado ha mantenido que acompañó a la víctima al baño con el objetivo de mantener relaciones sexuales "consentidas" y que, una vez allí, y cuando él quería abandonar el aseo tras haber finalizado, ella comenzó a golpearle e incluso le arrancó una cadena de plata que llevaba al cuello.

 

Sin embargo, la víctima ha defendido que se desplazó al baño de la discoteca sola y no cerró la puerta por miedo a quedarse encerrada. Ha asegurado que el acusado entró en el urinario en el que se encontraba y la golpeó con los puños en el costado para luego violarla. Ha expresado que durante la violación se quedo "quietecita del miedo" y que fue luego, una vez finalizó la misma, cuando se enfrentó a su agresor para salir corriendo y pedir ayuda, llevándose consigo la cadena que él portaba en el cuello por "desesperación" y para demostrar quién había sido el autor de los hechos. Además, ha manifestado que, aún hoy, está intentando superar dicho episodio, y ha renunciado a la indemnización económica solicitada por las lesiones y secuelas sufridas.

 

Tanto la Fiscalía como la defensa, que solicita la libre absolución de A.F.D.F., han elevado a definitivas sus conclusiones. El representante del Ministerio Público ha sostenido que, mientras la denunciante ha mantenido "lo esencial" de su declaración en todo momento, y se beneficia de "elementos periféricos que corroboran que la relación no fue consentida", el testimonio del acusado presenta "variaciones que siempre juegan a su favor".

 

Ha incidido en que dos testigos corroboraron durante el juicio que "él fue solo al baño", y no en compañía de la mujer. Finalmente, ha resuelto que la exposición del acusado "no goza de persistencia y no hay pruebas que la corroboren", solicitando, además, que se tenga en cuenta el "estado etílico" en el que se encontraba esa noche. Por su parte, la defensa ha aseverado que la versión de A.F.D.F. sí "es continuada en el tiempo y mantiene una misma línea".

 

Cree la letrada que, al ser la declaración de la víctima la "única prueba de cargo", ésta debe cumplir los "requisitos" de ausencia de incredibilidad subjetiva, verosimilitud y persistencia en la acusación; extremos que, ha opinado, no se cumplen en este caso. Ha ejemplificado su argumentación aludiendo a cuestiones como la declaración de dos testigos que aseguraron ver a acusado y víctima bailando en la pista e incluso besándose; en que la versión de ella es "vaga, imprecisa y con contradicciones", y en que con los datos reflejados en los informes forenses no se puede descartar que las lesiones sufridas se correspondan con una relación sexual consentida aunque intensa.

 

Ha abundado en que muchas de ellas se pudieron derivar del roce con objetos como el dispensador de papel higiénico o las pulseras y anillos que la propia víctima, que al igual que el agresor ha reconocido haber consumido alcohol esa noche, portaba. El acusado estuvo en situación de prisión provisional por esta causa del 23 de febrero de 2015 al 9 de mayo del mismo año.

El acusado de violación en una discoteca alega que la víctima consintió el acto sexual