La policía busca desde hace casi dos semanas a Ramón Landin Sánchez, un vigués de 56 años que desapareció sin dejar rastro y para cuya localización su familia está recurriendo también a la ayuda ciudadana. Ramón salió a mediodía del pasado 29 de mayo a hacer un recado sin tarjetas ni teléfono móvil y, como tenía previsto su regreso a la hora de comer, su familia denunció su desaparición a las siete de la tarde de ese mismo día.
Desde entonces, la policía ha visionado los vídeos de las cámaras de seguridad de la zona de Teis, donde vive Ramón, ha rastreado la ciudad, escudriñado hoteles y hostales, estaciones de tren y autobús y aeropuertos, y ha buscado la colaboración ciudadana sin resultado alguno.
"La policía está haciendo todo lo que puede, pero parece que se hubiera volatilizado, no hay pistas porque no se le puede rastrear ni con el móvil ni con tarjetas, y nos estamos centrando en Vigo, pero puede estar en cualquier lugar", han dicho fuentes familiares a Efe, que aseguran que tampoco se ha conectado a internet ni ha enviado correos electrónicos. Preocupa, además, que durante todo este tiempo Ramón no habrá podido tomar una medicación que le es indispensable, ya que lleva nueve años en tratamiento psiquiátrico por un trastorno de la personalidad.
La última vez que se le vio, según el reclamo de la asociación Sosdesaparecidos, vestía pantalones vaqueros azul oscuro, camisa de cuadros azul, verde y rosa con puños azul marino y zapatos negros. Ramón es un hombre educado y afable, según explica su familia, delgado, calvo, mide 1,73 metros y suele pasar desapercibido.
