El cadáver hallado este domingo en un pozo en el interior de una antigua nave industrial en Cerquido, O Porriño, corresponde a un varón de unos 35 años de edad, aproximadamente, informaron a Efe fuentes de la Guardia Civil, que investiga el caso como una posible muerte violenta. El cuerpo, aunque presentaba un avanzado estado de descomposición, estaba saponificado, lo que da pistas de que pudo llevar sumergido durante un largo periodo de tiempo.
Es lo mismo que sucedió con el cadáver de Diana Quer, cuyo cadáver fue hallado en una nave abandonada en Asados, Rianxo. En el caso del hallazgo del cadáver de O Porriño se ha barajado desde un primer momento la hipótesis de un crimen, habida cuenta de que la tapa del pozo estaba cerrada.
En la zona en la que fue hallado el cuerpo no había documentación, por lo que una de las prioridades de la investigación es identificar a quién pertenece. A lo largo de esta jornada han trabajado en la nave donde está localizado el pozo efectivos de la Policía Judicial y del Grupo actividades subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil.
El cadáver fue rescatado por los bomberos del Baixo Miño, que contaron con la colaboración de voluntarios de Protección Civil de O Porriño. Los equipos de rescate alertaron a los servicio de emergencias de que iban a colaborar con la Policía Local en recuperar lo que en principio parecía un animal dentro de un pozo. Al final se percataron de que lo que yacía en el fondo era una persona, por lo que activaron un operativo de rescate y movilizaron las fuerzas de seguridad para investigar el caso.
