El Ayuntamiento de A Coruña ha aprobado hoy una moción para posicionarse a favor de la reforma electoral para las próximas municipales con el único apoyo de los concejales del PP y tras tumbar tres mociones en contra de sendos grupos de la oposición.
El pleno municipal ha dado el visto bueno a la iniciativa presentada por el Partido Popular y ha denegado las del PSdeG-PSOE, BNG y Esquerda Unida - Os Verdes sobre la propuesta de que los alcaldes sean los cabezas de lista de la candidatura más votada. Miguel Lorenzo, que es concejal de Servicios Sociales, apoya, al igual que su grupo, que sea regidor el que consiga la mayoría, aunque sea simple y exista un pacto, pues piensa que lo contrario significa "miedo a la democracia" y "a que la gente elija".
En su opinión, se trata de una "reforma que supone escuchar la voluntad del pueblo" y sostiene que la modificación en la ley "la están pidiendo todos los ciudadanos". La portavoz socialista, Mar Barcón, ha puesto como ejemplo de que "no son más estables los Gobiernos que tienen mayoría" el caso de Santiago de Compostela, con "tres alcaldes en tres años y el último no elegido por los ciudadanos, sino por el PP, que tiene mayoría absoluta". "Creemos que hay una cierta unanimidad ciudadana en cuanto a que no es bueno ni regenerador modificar una ley electoral de manera unilateral a ocho meses de las elecciones", ha añadido.
César Santiso, como representante de EU, ha visto cómo se tumbaba su moción en la que hablaba sobre la "vulneración del principio de igualdad" y de "proporcionalidad", pues el Partido Popular en las elecciones europeas logró un veintiséis por ciento de los votos, que equivale a un once por ciento del censo electoral.
"El PP está quemado por sus políticas antisociales y la corrupción. La conclusión es clara, perderá la mayor parte de las alcaldías y también la red clientelar que tiene. Como hacen los tramposos, el PP pretende romper las reglas del juego en los últimos minutos", ha continuado. Xosé Manuel Carril, del BNG, piensa que se pretende vulnerar el "pluralismo político de la ciudadanía" y por eso su grupo también se ha posicionado en contra de la moción aprobada finalmente.
"El PP actúa amparado por una mayoría parlamentaria que se aproximaría a principios filosóficos y políticos fascistas. Un único color, una única raza y un único pensamiento. Todo para perpetuarse en el poder con la única finalidad de garantizar determinadas políticas favorables a la banca y a las grandes empresas", ha indicado.
El grupo popular ha evitado la aprobación de otras mociones sobre la dependencia, acerca de que se puedan grabar los plenos, para la atención sanitaria de los inmigrantes, sobre las bibliotecas y de la extensión de subsidios a desempleados de larga duración.
Todos los grupos han aprobado una iniciativa del PSOE para promover políticas contra la violencia machista, que ha calificado la socialista Yoya Neira de "terrorismo machista" según los últimos datos. Entre otros asuntos, se han desestimado las alegaciones a la Cuenta General con reproches sobre los datos, entre los que el grupo socialista ha considerado que se trata del récord de deuda, ahora con un cantidad de 78,3 según el Ministerio de Hacienda, y con datos altos en presupuesto de fiestas y de atendidos por entidades sociales.
