jueves. 16.01.2025

El Aquarium Finisterrae de A Coruña amplía su colección marina con una veintena de ejemplares de calamar común (Loligo vulgaris), una especie conocida por su asombrosa habilidad para cambiar de color. Estos fascinantes moluscos ya habitan un tanque cilíndrico en la Sala Maremagnum, donde ofrecen una experiencia educativa y visual única.

Una ventana a la naturaleza local

Los calamares fueron capturados recientemente en la entrada de la ría coruñesa, aprovechando las óptimas condiciones del mar y la abundancia de bancos de sardinas, su alimento principal. Este trabajo fue llevado a cabo por el equipo de biología marina del Aquarium, que destacó la importancia de acercar especies locales a los visitantes para fomentar la conciencia sobre la riqueza marina de la región.

Una especie versátil y fascinante

El Loligo vulgaris es un molusco cefalópodo que habita en el Atlántico oriental, desde el Mar del Norte hasta el suroeste de África y el Mediterráneo, a profundidades de hasta 500 metros. Su capacidad de camuflaje se debe a unas células especiales en su piel llamadas cromatóforos, que les permiten adaptarse al entorno para protegerse de depredadores o acechar a sus presas.

Un atractivo educativo

La incorporación de estos calamares no solo enriquece la biodiversidad del Aquarium, sino que también ofrece una herramienta educativa de gran valor. Los visitantes podrán aprender sobre las estrategias de supervivencia de esta especie, su papel en el ecosistema marino y su importancia en la cadena alimentaria.

Un compromiso con la divulgación científica

El Aquarium Finisterrae sigue apostando por acercar la ciencia marina al público general. Según el equipo responsable, esta iniciativa es parte de un esfuerzo continuo por sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de proteger el medio marino y sus habitantes.

Con la llegada de los Loligo vulgaris, el Aquarium invita a los amantes del mar a descubrir los secretos de estos increíbles cefalópodos y a reflexionar sobre la riqueza de los ecosistemas que rodean la costa gallega.

El Aquarium Finisterrae presenta a sus nuevos inquilinos: calamares que cambian de color