viernes. 19.04.2024

El principal acusado de pertenecer a una red que obligaba a mujeres de nacionalidad rumana a ejercer la prostitución empleando procedimientos de carácter violento e intimidatorio en Galicia y en Málaga ha sido condenado hoy a cinco años de prisión. La sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido hoy la vista oral de esta causa que se ha saldado mediante conformidad en la que el considerado cabecilla de la red, Bodgan C.A, ha sido condenado a cinco años de prisión. Dos años por dos delitos relativos a la prostitución y otro año por un delito contra la salud pública, puesto que las investigaciones permitieron determinar que paralelamente se dedicaba al tráfico de sustancias estupefacientes.

 

Además, deberá hacer frente a una multa de doce meses a razón de una cuota diaria cada día de 3 euros. Este hombre permanece en prisión preventiva en Alhaurin de la Torre, el centro penitenciario de Málaga por otros delitos relativos al robo con intimidación y fuerza, según ha relatado su abogad Xosé Manuel Ferreiro. Los otros dos encausados, de los que uno es la pareja del Bodgan C.A y está embarazada de siete meses, han sido condenados a dos años de cárcel por un delito de prostitución.

 

De este modo, al no contar con antecedentes penales no tendrán que hacer efectiva la pena de prisión ya que no ha sido solicitada. No obstante, ambos también tienen que hacer frente a una multa de dos años y doce meses a razón de una cuota diaria cada día de 3 euros. Con el acuerdo de conformidad todos ellos han visto sus penas rebajadas de forma considerable puesto que las penas que la Fiscalía solicitaba en un principio para Bodgan C.A era de casi 20 años, y para sus compañeros de alrededor de diez años.

 

En el escrito de acusación inicial también se acusaba a otra dos personas que finalmente no fueron juzgadas, una porque se decidió no presentar acusación y otra por encontrarse en paradero desconocido. Según el relato de Fiscalía los hechos se remontan a principios del año 2015 cuando la brigada local de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional en Santiago de Compostela tuvo conocimiento de esta red, compuesta por personas de nacionalidad rumana, y que tenía bajo su "control" a varias mujeres a las que obligaba a ejercer la prostitución con procedimientos y actitudes de carácter violento e intimidatorio.

 

Las víctimas viajaban de Rumanía a España engañadas, controladas, amenazas y coaccionadas por la organización, país en el que tenían que someterse a la prostitución y entregar sus beneficios a la red.

Cinco años para el principal acusado de una red de prostitución de mujeres