20 de enero de 2023, 11:56
La Guardia Civil ha detenido a dos personas e investigado a otras dos como integrantes de un grupo delictivo radicado en Bilbao que estafaba por internet en la compra de productos tecnológicos de alta gama a vendedores de varias comunidades autónomas.
Hay afectados en las provincias de A Coruña, Albacete, Alicante, Barcelona, Burgos, Granada, Valencia, comunidad autónoma de Madrid y región de Murcia, según ha informado este viernes la Guardia Civil, que ha podido recuperar la mayoría de los productos estafados.
A los arrestados se les atribuyen los delitos de estafa, receptación y pertenencia a grupo criminal.
La Guardia Civil comenzó a investigar en julio de 2022 denuncias interpuestas en diversos puntos de la geografía española que apuntaban a un mismo patrón: tres domicilios de Bilbao estaban siendo utilizados como direcciones de recogida de productos tecnológicos de alta gama (smartphones de última generación, consolas de videojuegos) adquiridos de manera fraudulenta vía internet.
Los miembros del grupo se ponían en contacto con responsables de páginas electrónicas de compraventa de artículos, se interesaban por un producto y acordaban una compra. El siguiente paso era enviar un correo electrónico al vendedor en el que simulaban haber hecho el abono en la página de pagos oficial de la web.
Para dar más credibilidad al correo que remitían al vendedor, incluían un anagrama falso de la Guardia Civil, con lo que daban a entender que la transacción estaba siendo fiscalizada y más verosimilitud a la carta de pago, según ha precisado el Instituto Armado.
Además, en la página de pagos simulada, los estafadores reflejaban haber realizado un abono superior al precio acordado y hacían creer a las víctimas haber recibido más dinero por error, por lo que les solicitaban una transferencia con la diferencia supuestamente ingresada de más. Tres de los perjudicados creyeron este hecho y abonaron el supuesto exceso.
Al creer que habían recibido el pago, los vendedores enviaban los productos a través de empresas de paquetería a una de las tres direcciones en Bilbao que facilitaba la organización.
Los paquetes eran recogidos por diferentes personas, que se los entregaban al presunto cabecilla de la organización. Éste revendía los productos en tiendas de compraventa de artículos de segunda mano de la capital vizcaína.
Hay afectados en las provincias de A Coruña, Albacete, Alicante, Barcelona, Burgos, Granada, Valencia, comunidad autónoma de Madrid y región de Murcia, según ha informado este viernes la Guardia Civil, que ha podido recuperar la mayoría de los productos estafados.
A los arrestados se les atribuyen los delitos de estafa, receptación y pertenencia a grupo criminal.
La Guardia Civil comenzó a investigar en julio de 2022 denuncias interpuestas en diversos puntos de la geografía española que apuntaban a un mismo patrón: tres domicilios de Bilbao estaban siendo utilizados como direcciones de recogida de productos tecnológicos de alta gama (smartphones de última generación, consolas de videojuegos) adquiridos de manera fraudulenta vía internet.
Los miembros del grupo se ponían en contacto con responsables de páginas electrónicas de compraventa de artículos, se interesaban por un producto y acordaban una compra. El siguiente paso era enviar un correo electrónico al vendedor en el que simulaban haber hecho el abono en la página de pagos oficial de la web.
Para dar más credibilidad al correo que remitían al vendedor, incluían un anagrama falso de la Guardia Civil, con lo que daban a entender que la transacción estaba siendo fiscalizada y más verosimilitud a la carta de pago, según ha precisado el Instituto Armado.
Además, en la página de pagos simulada, los estafadores reflejaban haber realizado un abono superior al precio acordado y hacían creer a las víctimas haber recibido más dinero por error, por lo que les solicitaban una transferencia con la diferencia supuestamente ingresada de más. Tres de los perjudicados creyeron este hecho y abonaron el supuesto exceso.
Al creer que habían recibido el pago, los vendedores enviaban los productos a través de empresas de paquetería a una de las tres direcciones en Bilbao que facilitaba la organización.
Los paquetes eran recogidos por diferentes personas, que se los entregaban al presunto cabecilla de la organización. Éste revendía los productos en tiendas de compraventa de artículos de segunda mano de la capital vizcaína.