Ecologistas en Acción denuncia que comienzan los trabajos para ejecutar el vertido en la mina de San Finx a pesar de la frontal oposición de la población de la comarca de Noia y de todo el sector pesquero. La organización ecologista llama a movilizarse el 29 de abril en Santiago y apoyar la manifestación convocada por las cofradías para impedir la catástrofe ambiental que causaría este vertido de drenaje ácido de mina.
Esta semana, la filial de la empresa australiana Pivotal Metals comenzó los trabajos de construcción de una planta de tratamiento de achiques de mina en su explotación de San Finx, en Lousame, como paso previo al inicio del vaciado de cientos de miles de metros cúbicos de aguas contaminadas. Una operación que podría comenzar antes del verano.
Ecologistas en Acción verificó el inicio de las obras, con la explanación de la zona en la que se va a construir una nave de tratamiento de aguas, cuya eficacia fue cuestionada por cofradías, ayuntamientos y decenas de colectivos ambientales. Las actuaciones son ilegales, ya que la actividad no fue sometida a una evaluación de impacto ambiental y el proyecto aprobado en 2009, que contempla 12 puestos de trabajo, no preveía ningún tipo de tratamiento para el agua contaminada con metales pesados.
La organización ecologista califica como "temeraria" a la Xunta, al permitir el inicio de las obras y de los vertidos sin antes resolver las decenas de recursos de alzada presentados contra la autorización de vertidos otorgada ilegalmente el pasado mes de febrero, y por la que ya fueron incoadas diligencias penales en los juzgados de Santiago contra los funcionarios y altos cargos responsables. Además, Ecologistas en Acción anuncia la presentación inminente de demandas ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia tan pronto transcurra el plazo de 3 meses del que dispone la Consellería de Infraestructuras para resolver los recursos.
La organización ecologista considera que permitir el vaciado de la mina puede causar un perjuicio grave e irreparable en los ecosistemas y bancos de marisqueo de la ría de Muros y Noia, y que además no tiene sentido alguno, ya que, una vez que incluso se vacíen las aguas de las plantas inundadas, la empresa australiana no dispone de los permisos para poder realizar la explotación.
Recuerdan que la obtención de los permisos de explotación podría demorar años al precisar de una evaluación de impacto ambiental, mientras que los achiques de mina, que llegarían a duplicar el caudal del río, tendrán que ser continuos, provocando una contaminación con metales pesados permanente y totalmente innecesaria.
