sábado. 20.04.2024

El acusado de abusar de su hijo menor de edad durante al menos tres años en la localidad coruñesa de Miño ha afirmado hoy en sede judicial que el menor "inventa" los hechos porque ve que su madre "odia" al padre y quiere estropearle la vida. La sección segunda de la Audiencia Provincial ha acogido hoy un juicio oral en el que se acusa a C.C.F. de un delito continuado de agresión sexual, una violación en grado de tentativa y la utilización de un menor para elaborar material pornográfico, por lo que la Fiscalía pide veintisiete años de cárcel, pena que la acusación particular eleva a veintinueve. El procesado, a quien la acusación que representa a su exmujer reclama además 500.000 euros de indemnización, ha negado todos los hechos y ha relatado que su hijo lo "quería con locura y lloraba cuando se iba con su madre". "Al niño lo quitaron de venir a junto de mí, seguramente le dijeron que no lo quiero, que lo había abandonado y el niño inventa. Su madre me odia, no me puede ver delante", ha enfatizado. Según su versión, nunca hizo fotos de desnudos al menor, salvo las habituales del pequeño en la playa, y no realizó ningún tipo de abuso sobre el niño ni solo ni con un cómplice; ni tampoco mantuvo relaciones sexuales con él, y no visionó material pornográfico junto al menor.

 

El niño ha testificado sin ver a su padre y ha relatado que su padre y el socio de éste le hacían fotos, le decían "que posara" mientras "estaba desnudo" y le pedían que se tocase sus partes íntimas. Ha declarado que vio películas pornográficas con su padre "más de una vez" y que cuando le hacían fotos expresaba su malestar, pero no le "hacían caso", algo que le provocó "muchas pesadillas". Alguna vez ambos intentaron introducir sus penes en la boca del menor, que les mordió, según su versión, porque no le "gustaba" aquello, y le tocaban en sus partes íntimas, relató, y explicó que ambos adultos eyaculaban. "Me amenazaba (el padre) con pegarnos a mi madre y a mí, hacía el gesto de pasar el dedo pulgar por el cuello", ha comentado el menor que no quiere volver "nunca con su padre" para que no se lo "vuelva a hacer". Ha reconocido que su madre estaba "muy enfadada porque le había quitado el dinero de la cuenta" y a la pregunta de si su padre salía por la noche ha sido contundente: "Sí, a emborracharse". También ha narrado que con uno de sus tíos maternos, cuando éste era adolescente, había visto pornografía porque "estaba un poco de la olla", aunque su madre ha negado este extremo, confirmado por su padre y por la familia de éste.

 

La madre del niño y exmujer del procesado ha asegurado que no lo "odia", pero tampoco siente "nada en absoluto". "La actitud del niño era un poco extraña, decía que tenía que ir, cuando volvía no se quejaba de nada (...) Al principio no me quería decir nada de las fotos hasta que me dijo que se las había hecho su padre (...) Si había mucha gente le mandaban subir al desván, sino iban a su habitación. Ahí lo desnudaban y le obligaban a chuparlos a los dos. Alguna noche se despertó con su padre encima", ha apuntado. Dos psicólogos han comentado que el menor tenía "un trastorno de atracción-repulsión" en el que "por una parte quiere a su padre y por otra lo rechaza porque pudo haber ahí conductas que el niño reprobaba". "En las entrevistas no habló nunca de agresiones. Se veía que había un rechazo, a esta edad no manifiestan la realidad como la puede manifestar un adulto.

 

Había un intento para ocultar esa relación paterna, parece que le molestaba (...) Al no ser testigos presenciales de los hechos, inducimos unas posibles conductas, pero nunca afirmativas al cien por cien", ha indicado un especialista. Creen los expertos que "podría haber una manipulación de la madre al respecto" aunque sus problemas estaban por encima de estas posibles manipulaciones, algo que certifican las psicólogas de menores al calificar su relato como "altamente creíble", pues cumple dieciocho de los diecinueve criterios, algo que nunca habían visto en su carrera como profesionales. Afirman que al menor "le daba asco la situación" y que "siente vergüenza y culpa" aunque también "quería perdonar a su padre" y hablan sobre que "el niño en la entrevista dice que ve películas pornográficas con sus tíos maternos" y que "los internos del colegio en el que estaba en Lalín le enseñaron a masturbarse".

El acusado de abusar de su hijo culpa a la madre de las "invenciones" del niño