sábado. 20.04.2024

El principal acusado de haber divulgado un vídeo sexual de una vecina de la localidad coruñesa de Ordes hace diez años niega haberlo sustraído de su ordenador cuando lo fue a reparar, aunque algunos de los otros diecisiete acusados lo señalan como el origen de la filtración.

 

La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña acoge desde hoy un juicio oral en el que tres magistrados, un fiscal, un representante de la acusación particular y once abogados defensores que representan a dieciocho acusados comparten sala con cinco cámaras de televisión y varias decenas de personas entre familiares, amigos y periodistas. Todo comenzó en el mes de junio de 2004, cuando una vecina de Ordes se grabó a sí misma con el ordenador en cuatro vídeos en los que aparecía masturbándose y con pinzas en los pezones, y esa grabación habría sido sustraída por un profesional en una tienda de informática, que supuestamente inició su difusión durante más de un año.

 

El principal acusado es Javier M.B., para quien la Fiscalía pide ocho años de cárcel y la acusación solicita diez, y que hoy ha negado haber copiado el vídeo del ordenador, pues la reparación que hizo no requirió ni siquiera encenderlo, ha dicho. Así, ha relatado que vio el vídeo un año después, cuando se lo pasaron a través de un chat de internet.

 

A continuación han comparecido dos destinatarios de las copias del vídeo que supuestamente difundió el informático, extremo que ambos han confirmado, a lo que han añadido que la única copia del mismo la tenía Javier, aunque también han señalado que no sabían que su origen era ilícito. Los siguientes acusados han reconocido que tuvieron acceso a las copias a través de los dos primeros supuestos destinatarios y que las visionaron, y la mayoría ha negado su difusión e incluso uno de ellos, familiar de la protagonista del vídeo, ha dicho que no la avisó porque era "una situación embarazosa".

 

Otro de ellos, para quien piden cinco años y medio de cárcel por haber vendido copias en la piscina a un precio de cinco euros, ha reconocido que las facilitó a sus conocidos porque era un material público pero ha negado su venta. Asimismo, otro de los acusados ha confesado que llevó el disco al local de Protección Civil donde lo vieron ocho o diez personas, pero que lo destruyó, mientras que el presidente de esta entidad solo hizo una copia para llevársela al padre de la denunciante, ha relatado. Seis personas más reconocen haber visto el vídeo pero niegan su difusión y alguna de ellas insiste en que pensaba que no hacía nada malo.

 

El propietario de una cafetería ha calificado de "mentira" las acusaciones de que en su local se haya exhibido varias veces este vídeo, mientras que el responsable de una bodega, que lo recibió de un cliente, lo puso varias veces en una zona privada de su local ante terceras personas y luego lo devolvió "tras un par de días". La última persona que ha comparecido y que no está relacionada con las anteriores descargó el contenido del vídeo desde su domicilio de Madrid y luego lo subió a una web para que lo pudiese ver más gente, según detalla la Fiscalía. Sin embargo y pese a reconocer estos hechos en su momento por recomendación del abogado de oficio, ahora los niega al asegurar que a su ordenador tenía acceso más gente en su piso compartido

El acusado de divulgar un vídeo sexual dice que se lo pasaron en un chat