viernes. 19.04.2024

Un hombre al que juzgan por presuntamente dar muerte a su hijo de 11 años se ha sentado hoy en el banquillo de los acusados por motivo de este cruel asesinato registrado en mayo de 2017 en el municipio de Oza-Cesuras (A Coruña) y ha asegurado que no se acuerda de nada de lo ocurrido.

 

“Ese fin de semana empezó el viernes y terminó para mí el viernes”, ha remarcado el supuesto autor de este parricidio ante la sección primera de la Audiencia Provincial. A Marcos M. se le ha podido ver aparentemente tranquilo en la primera vista de este caso y tan sólo ha querido contestar a las preguntas del Ministerio Fiscal, la acusación particular y de su defensa. Durante su declaración, ha asegurado que lleva meses pensando qué es lo que pasó el fin de semana de aquel 7 de mayo y no llega a ninguna conclusión.

 

“Es imposible que conscientemente hubiese hecho eso”, ha manifestado. De las pocas cosas que rememora de esa jornada una de ellas es que acudió al Punto de Encuentro para recoger a su hijo y que “me miraba con cara de odio y me dijo que no iba a volver más”. “Su enfado y odio me estimuló algo... y no recuerdo nada”, ha deslizado. También ha querido dejar claro durante el interrogatorio que nunca en su vida había pegado a la víctima. “Yo en estado normal no mato a mi hijo”, ha espetado. La Audiencia Provincial de A Coruña acoge hasta el jueves la vista por el asesinato de este niño de 11 años, -golpeado con una pala metálica-, en concurso con un delito de lesiones psíquicas, ha especificado el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.

 

El Ministerio Público solicita la prisión permanente revisable al entender que la única finalidad del responsable de tales hechos era la de causar daño a su mujer, y madre del pequeño, por no haber aceptado reanudar la relación sentimental con él. Así, sostiene la Fiscalía que se ideó un plan y se ejecutó fríamente, sin importar la vida del crío y haciendo todo lo posible para que el menor no pudiese ser socorrido. También se solicita para este hombre que sea condenado a la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de su ex y a comunicarse con ella por cualquier medio durante cinco años más que la duración efectiva de la pena de prisión permanente revisable. El caso procede del juzgado de violencia sobre la mujer de A Coruña.

 

Durante su intervención de este lunes, la fiscal aseguró que la intención del acusado era “ causar el mayor daño posible a su mujer y para ello no le importaba acabar con la vida de su hijo de forma brutal”. La fiscalía y las acusaciones, incluidas la particular y la popular, también han recordado el día de la muerte del menor, puesto que “no eligió un día cualquiera, eligió el Día de la Madre”. La fiscal y las abogadas de las diferentes acusaciones están convencidas de que Marcos M. tenía todas sus facultades el día del asesinato y que así lo evidenciarán las pruebas que se presentarán.

 

La defensa se ha basado en las enfermedades psíquicas de su patrocinado para intentar eludir la prisión y ha pedido su ingreso en un hospital psiquiátrico. Su abogado defensor, Alejandro Espinosa, ha insistido más de una vez en que el acusado “tiene diagnosticadas siete enfermedades psíquicas, abusaba del alcohol y llevaba semanas sin tomar la medicación”. La defensa también ha querido dejar claro que Marcos M. nunca ha reconocido los hechos y que es una persona que vive realidades diferentes, “se imagina cosas que no existen”. Por todo ello ha insistido en que se le juzgue como a una persona enferma.

 

“No niega lo hechos, no los recuerda”, ha ahondado en este sentido el abogado defensor. Tras la declaración del acusado llegó el turno de la madre del menor asesinado. La mujer, que realizó su testimonio detrás de un biombo, relató cómo era la relación con su exmarido poco antes del divorcio. “La convivencia no era buena, salía y se ponía violento verbalmente. Le tenía miedo”, ha subrayado. Asimismo, ha asegurado que nunca llegó a pensar que fuese a pasar eso y que el día que no apareció su hijo en el Punto de Encuentro sólo creyó que su exmarido no lo había llevado porque “no me quería dejar pasar el día de la madre con él”. El juicio continuará mañana con las declaraciones de más testigos.

El acusado del parricidio de Oza: “Yo en estado normal no mato a mi hijo”