El litoral de las provincias de A Coruña y Lugo ha recibido hoy el primer temporal de máxima alerta, en nivel rojo, con olas de más de diez metros de altura que, sin embargo, no han provocado ningún incidente de consideración en el mar. Esta alerta, que se decreta cuando hay una previsión de olas superiores a los ocho metros, se ha activado a las tres de la madrugada hasta el mediodía de hoy, y en ese periodo de tiempo también se han registrado rachas de viento superiores a los 90 kilómetros por hora.
En el resto de la Comunidad gallega la alerta ha sido naranja, un nivel en el que desde esta tarde se encuentran también las provincias de A Coruña y Lugo. La ola más alta se ha registrado a las once de la mañana en Cabo Vilano y ha sido de 10,3 metros, seguida de los indicadores de Estaca de Bares, con 9,9 metros a las ocho de la mañana. Esta primera alerta roja del invierno se enmarca en una estación que está experimentando una climatología muy suave comparada con el invierno pasado, cuando se sucedieron ocho ciclogénesis explosivas desde el mes de diciembre, han informado a Efe fuentes de Meteogalicia.
En este caso, el temporal es consecuencia del efecto de las borrascas tan profundas que afectan al norte de Irlanda, que no tienen efectos significativos en tierra pero que en el mar se propaga su energía y llega con fuerza a las costas gallegas con una altura de ola muy importante. De todas formas, es un fenómeno habitual a estas alturas del año, añaden las fuentes, y no ha provocado ningún incidente destacable en el mar, informan a Efe desde Salvamento Marítimo.
La Consellería de Medio Rural y Mar ha aconsejado suspender todas las actividades pesqueras y marisqueras de manera preventiva en las zonas más peligrosas del litoral y, por ello, la flota de los puertos de la provincia coruñesa ha permanecido amarrada casi en su totalidad por el oleaje, explica a Efe el presidente de la Federación Gallega de Cofradías de Pescadores, Tomás Fajardo. Embarcaciones dedicadas por ejemplo al pulpo no han podido salir hoy a faenar, mientras que en el interior de las rías la faena sí ha sido posible. El viento ha afectado también al litoral de la provincia coruñesa, con rachas máximas que han superado los 90 kilómetros por hora. Localidades como Malpica y Cedeira han recibido rachas de viento de 91 y 94 kilómetros por hora, respectivamente, mientras que en Ons han soplado a 89 kilómetros por hora, en Cedeira a 80 kilómetros por hora y en Carnota han sobrepasado los 65.
La Xunta ha recomendado a la población tomar la máxima precaución y medidas de prevención para evitar la exposición a accidentes o riesgos innecesarios, lo que ha provocado algún disgusto en bañistas habituales de la playa de Riazor de A Coruña, que no han podido acceder al arenal protegido para evitar percances. En la provincia lucense, la nieve ha sido el factor que más ha incidido en este día, sobre todo en la Montaña de Lugo y en varios puntos de la zona sur de la provincia, donde se han registrado dificultades para circular por la red secundaria y se hizo necesario el uso de cadenas.
Así ha ocurrido en el Alto do Poio, en el municipio de Pedrafita do Cebreiro, donde esta mañana ha estado restringida la circulación para vehículos pesados. Los municipios más afectados, donde han llegado a acumularse hasta 20 centímetros de nieve en alguna carretera, son Baleira, Becerreá, Folgoso do Courel, Cervantes, A Fonsagrada, O Incio, Navia de Suarna, Negueira de Muñiz, As Nogais, Pedrafita do Cebreiro, Ribas de Sil, Ribeira de Piquín, Samos y Triacastela. Mañana la situación meteorológica de Galicia quedará marcada nuevamente por los vientos, que serán de componente norte y aportarán una masa de aire muy húmedo.