En el barrio portuario de Ferrol Vello, el corazón de la ciudad naval y germen de la urbe, la procesión del Cristo de los Navegantes es la mejor síntesis de la semana de Pasión, aunque no figure en el programa oficial de la Junta General de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa ferrolana.
La figura de este sencillo Cristo, que se guarda en la Iglesia del Socorro, a pocos pasos del muelle de Curuxeiras, salió esta tarde a procesionar por las calles de un barrio protegido por su valía arquitectónica como Bien de Interés Cultural (BIC), pero semirruinoso por la falta de políticas activas para su rehabilitación.
El Cristo de los Navegantes, un icono venerado por las gentes del mar a lo largo de muchas décadas, salió en procesión arropado por docenas de vecinos, marineros ferrolanos y personal de la Armada, que caminaron detrás de la talla de Jesús en la cruz bajo un cielo azul y con un día soleado como pocos en las últimas semanas.
La comitiva salió sobre las 19:30 horas de la iglesia del Socorro con un trío de autoridades civiles, militares y eclesiásticas encabezado por el alcalde ferrolano, José Manuel Rey (PP), el Almirante Jefe del Arsenal, Manuel Garat, y el obispo de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, Manuel Sánchez Monge.
Es una procesión en la que se vuelcan los vecinos de Ferrol Vello, ligados a la humilde parroquia del Socorro y donde tiene su base la Cofradía de Pescadores y Mariscadores de Ferrol, codo con codo con el estamento militar.
La Armada cuenta en Ferrol con dos escuelas navales de especialidades en A Graña y Caranza, y un potente Arsenal, que es una de las mayores bases navales de Marina en España.
Los vínculos entre la Armada y la ciudad se remontan tres siglos atrás, hasta la Ilustración (siglo XVIII) cuando la ría ferrolana se erigió en el puerto refugio de la flota española y se empujó la creación de unos astilleros que, todavía hoy, son prácticamente el único motor económico de una comarca que adolece de monocultivo industrial ligado al sector naval.
La implicación de la Armada en este desfile procesional quedó patente en que el recinto del Arsenal, que ocupa buena parte de los terrenos de ribera y normalmente cerrado al paso de civiles, abrió las puertas del Arsenal -como ya ocurrió en 2014- para invitar a los vecinos a contemplar la procesión intramuros.
Tras ascender por la calle San Francisco y descender hacia la Praza Vella, que es el epicentro del barrio, el Cristo de los Navegantes entró al Arsenal por la Puerta del Parque y fue saludado por el canto de 'La ofrenda del marino', procesionando por el borde de la ría a pocos pasos de los muelles donde atraca la flota y tienen su base las fragatas F-100.
La procesión, sobria y contenida, como suelen ser los desfiles ferrolanos, salió por la puerta de La Cortina para regresar, de nuevo, al puerto interior y poner rumbo a la iglesia del Socorro, donde descansará el Cristo de los Navegantes hasta el próximo Miércoles Santo.
La Semana Santa ferrolana fue declarada de Interés Turístico Internacional en 2014 y tiene un gran tirón turístico, como acreditan los 250.000 visitantes que el Ayuntamiento ferrolano estimó en 2014 rozando el 100 % de la ocupación hostelera en los días festivos.
En su columna vertebral están cinco cofradías: Dolores, Angustias, la Orden Tercera, la Merced y el Santo Entierro, que suman unos 3.000 cofrades -o capuchones, como se les conoce popularmente- que participan en 25 desfiles por el centro de la ciudad entre el Domingo de Ramos (29 de marzo) y el de Resurreción (5 de abril).
No obstante, la procesión del Cristo de los Navegantes, con especial significación en Ferrol Vello, quedó excluida del programa oficial. A la misma hora, 19:30 horas de la tarde, estaba programada otra de la orden de la Merced "Nuestra Señora de los Cautivos y el Santísimo Cristo Redentor