Un vecino de Arteixo vivió un inesperado conflicto vecinal debido a sus gallos cantores. Los animales, que forman parte de la cultura y tradición del barrio de la Baiuca, fueron objeto de una queja anónima por parte de vecinos de un edificio cercano que alegaban que sus cánticos perturbaban su paz. Lo curioso es que en esta zona es común criar gallos para autoconsumo y para participar en la famosa Feria del Gallo que se celebra en Arteixo cada mes de diciembre.
Aunque el dueño de los gallos se mostró reticente a deshacerse de sus animales, finalmente optó por hacerlo para evitar problemas mayores. Este hecho demuestra que en una comunidad siempre es posible encontrar diferentes perspectivas y que incluso algo tan común como el canto de un gallo puede ser motivo de discordia. En cualquier caso, es importante encontrar un equilibrio que permita a los vecinos convivir pacíficamente y preservar las costumbres y tradiciones de la zona.
