La investigación de la Guardia Civil ha concluido que el atropello mortal de Nicolás Sánchez Trillo, un joven de 18 años vecino de Sigüeiro, fue un trágico accidente sin responsabilidad por parte del conductor del autobús.
El incidente ocurrió en la madrugada de Año Nuevo, cuando el joven cayó al suelo tras acercarse al vehículo por el lado del conductor mientras este giraba para incorporarse a la carretera. Desafortunadamente, una de las ruedas traseras del autobús le pasó por encima sin que el conductor se percatara del hecho.
Hallazgos clave de la investigación:
- La Guardia Civil confirmó que el conductor no realizó marcha atrás, como inicialmente se pensó.
- Las manchas de sangre en los bajos traseros se debieron a la posición en la que cayó el joven tras el impacto.
- El conductor dio negativo en los controles de alcohol y drogas.
- Testigos, incluidos pasajeros del autobús, corroboraron la versión de que no hubo marcha atrás ni consciencia del atropello.
El autobús fue localizado horas después en A Laracha, donde el conductor mostró su sorpresa al conocer la noticia. La Guardia Civil prepara ya el informe definitivo para el juzgado de Arzúa, que incluye testimonios y las conclusiones técnicas del suceso.
Un trágico accidente
Las pruebas confirman que se trató de un lamentable accidente en el que el conductor actuó de manera correcta y sin cometer infracciones. Ahora, la investigación busca esclarecer completamente los detalles para cerrar el proceso judicial.