jueves. 28.03.2024

La gallega María Jesús Loureda, madre de un presunto bebé robado, mantiene su lucha por saber la verdad, pese a las amenazas de muerte recibidas en las que se le indicaba que por su bien abandonase la batalla o lo pagaría con su propia existencia. Esta mujer y su marido, Francisco Bernedo, son padres de cuatro hijos, pero creen que algo raro pasó en un parto el 5 de septiembre de 1977 en una clínica privada de A Coruña, y por eso hoy se ha producido una exhumación en el cementerio de San Amaro, tras la cual quedan a la espera de las pruebas de ADN que practicará la Policía Nacional.

 

Cuando todo ocurrió ambos eran muy jóvenes, ella tenía 23 años y su pareja 25, y ni siquiera estaban juntos el día del alumbramiento, puesto que el cónyuge se encontraba de viaje y fue el padre de Chus, como se la conoce en su círculo íntimo, el que la acompañó al centro médico. Cuando Francisco Bernedo llegó al hospital, le enseñaron una "niña tremenda, muerta, amoratada, de seis kilos y medio", menor que cree que no era suya, por lo que espera conocer un resultado clarificador, al igual que su compañera, María Jesús, puesto que a los dos les contaron que era muy posible que tuviesen gemelos, porque se escuchaban dos corazones.

 

Francisco Bernedo no puede olvidarse de ese comentario del ginecólogo, que dijo "que se oía otro corazón aparte del principal", y tampoco María Jesús, que está segura de que ya, estando en su vivienda, expulsó la placenta. Por las atenciones prestadas no les cobraron nada, con el pretexto de que "si nada llevas nada te cobro", pese a que en ese mismo lugar les pidieron 250.000 pesetas por el parto de otro de sus hijos.

 

Chus y Paco se gastan "lo que no tienen" para saber la verdad. Ellos pudieron enterrar al bebé que recibieron y lo exhumaron ya una vez, pero los resultados no fueron concluyentes, y ahora se mantienen en esa pelea pese a las tres amenazas de muerte recibidas. La presidenta de SOS Bebés Robados Galicia, Estrella Vázquez, que hoy los acompañó, sostiene que a este matrimonio le han puesto muchas zancadillas, como a todos, y lamenta el calvario por el que están pasando. La primera exhumación se celebró el 12 de abril de 2013 y el 19 de ese mismo mes llegó la segunda amenaza de muerte, puesto que la primera la recibió Paco, en la que se le decía a María Jesús: "Por tu bien, estáte quieta". El 18 de julio de ese mismo año, hubo otra, más clara, con la advertencia de que si no era así, sería "una mujer muerta". Todo ello está denunciado. Eran unos folios en blanco con letras pegadas.

La madre de un presunto bebé robado, amenazada de muerte, exige la verdad