viernes. 29.03.2024

Los dos senegaleses que intentaron ayudar a Samuel Luiz durante la agresión que acabó con su vida en A Coruña tendrán en "breve" permiso de residencia y trabajo, que el Gobierno les otorga por su implicación personal en los hechos y su colaboración con las autoridades en la investigación.

Según han explicado a Efe fuentes de la Secretaría de Estado de Migraciones, a los dos hombres senegaleses, Ibrahima Diack y Magatte Ndyae, se les concede un permiso de residencia y trabajo "de un año renovable", que el Ejecutivo puede autorizar "por razones excepcionales".

En cuanto que el ministerio tuvo constancia de la situación irregular de las dos personas que ayudaron a Samuel, este departamento "comenzó a articular las vías para su regularidad documental" y los dos hombres "contarán con su documentación rápidamente en las próximas semanas", señalan las fuentes.

En el Reglamento de Extranjería existen resortes que permiten de forma excepcional proceder a regularizar la situación de una persona por circunstancias excepcionales, entre ellas por "colaboración con autoridades públicas".

La propia subdelegación del Gobierno en A Coruña ha remitido esta mañana a la Secretaría de Estado de Migraciones el informe favorable para la concesión de la residencia a ambos por "su destacada actitud humanitaria, poniendo incluso en riesgo su vida".

Así lo destaca el informe complementario realizado por la Brigada de la Policía Judicial de A Coruña, que significa que uno de ellos cuenta con la condición de víctima, además de testigo, al haber sido también agredido mientras trataba de socorrer a Samuel.

En el informe del área de Extranjería de la Subdelegación del Gobierno se recomienda también que las autorizaciones de residencia de la autorización de Ibrahima y Magatte lleven aparejadas las autorizaciones de trabajo, toda vez que figura acreditada una oferta de empleo para ambos.

En este sentido, el secretario de Estado de Migraciones, Jesús Javier Perea, llamó por teléfono la semana pasada a los dos para agradecerles su implicación personal en los hechos y su colaboración con las autoridades en el esclarecimiento de los hechos.

También para comunicarles que Migraciones ya había iniciado los trámites que harán que "en breve" cuenten con una autorización de residencia y trabajo de un año renovable, confirman desde Migraciones.

"Me parece reseñable que aun teniendo ese riesgo de ponerse en la diana por su situación de irregularidad administrativa no dudan y participan en un acto que no quiero vincularlo a retribución ni a actitud heroica, sino a un acto de humanidad, dignidad y civismo", ha dicho Perea en declaraciones a Antena 3.

Para el responsable de Migraciones, se trata de un "acto de justicia de quienes tienen todo para situarse al margen y decidieron dar un paso al frente para intentar evitar algo que no pudieron hacer desgraciadamente".

Ocurrido el crimen, las amigas de la víctima buscaron a Ibrahima y Magatte para agradecerles su valentía y comenzaron a reclamar que se regularizase su situación.

"Soy una persona normal, como todos, no soy ni mejor ni peor", le dijo Ibrahima a Jefferton Ferreira, un amigo del padre de Samuel que grabó el momento en que se encontró con sus amigas.

Ferreira ha indicado a Efe que estos dos senegaleses eran pescadores en su país, pero en A Coruña se ven obligados a dedicarse a la venta ambulante al carecer de papeles.

Ibrahima tiene 35 años y lleva tres en España. Vive solo y por fin espera poder tener un trabajo legal, pues incluso le han llegado algunas ofertas.

La subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas López, ha destacado este martes que los dos senegaleses merecen el reconocimiento oficial por parte del Estado por la actitud mantenida durante el tumulto que concluyó con la muerte de Samuel Luiz.

Los senegaleses que ayudaron a Samuel regularizarán su situación en pocos días