Un policía se enfrentará a un juicio la próxima semana acusado de hurto y la Fiscalía pide una condena de un año y medio de prisión. La acusación sostiene que el agente, junto a otro compañero, se presentaron en una tienda de telefonía móvil en respuesta a una llamada por robo.
Mientras inspeccionaban el establecimiento, el acusado aprovechó la confianza de la encargada y se apoderó de un teléfono móvil valorado en 722 euros. El agente ocultó el aparato y lo mantuvo para sí, con la convicción de que se confundiría con otros objetos robados. Después de utilizar el dispositivo durante unos días, lo vendió sin poder ser localizado posteriormente. Las investigaciones policiales llevaron a la recuperación del dispositivo y al procesamiento del acusado.
