Un partido de la Liga Cadete Femenina de balonmano entre el Sanxenxo Balonmán y el Rasoeiro BM se vio interrumpido este domingo debido a un grave acto de violencia en el Pavillón Polideportivo de Vilalonga. El abuelo del árbitro del encuentro fue agredido por un aficionado del equipo visitante, lo que le causó una lesión craneal que requirió su traslado urgente al hospital.
Un desencadenante inesperado
El partido, que transcurría con normalidad, tomó un giro dramático cuando un aficionado del Rasoeiro recriminó con insultos una acción al árbitro del encuentro. Según los testigos, el abuelo del colegiado, de 70 años, intentó calmar la situación diciendo: "Tranquilízate, son solo niños". Fue en ese momento cuando el agresor presuntamente empujó al hombre, quien cayó al suelo golpeándose la cabeza y quedando inconsciente.
El árbitro, al presenciar los hechos, suspendió el partido y solicitó la intervención de la Guardia Civil, que acudió al lugar y procedió a tomar declaración y abrir una denuncia por agresión.
Reacciones inmediatas
La Xunta de Galicia condenó enérgicamente el suceso, calificándolo de intolerable y enviando un mensaje de tolerancia cero hacia la violencia en el deporte. José Ramón Lete Lasa, secretario general para el Deporte y presidente de la Comisión Gallega de Control de la Violencia, manifestó su compromiso con la defensa de los valores deportivos y destacó la importancia de depurar responsabilidades.
En respuesta a este incidente, se convocó una reunión de urgencia de la Comisión Gallega de Control de la Violencia para el lunes 17 de diciembre. En esta decimoquinta sesión, el único punto a tratar será el análisis de los hechos ocurridos en el pabellón de Vilalonga y las medidas a tomar para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
Apoyo al herido
Desde diferentes sectores del deporte gallego, se han emitido mensajes de apoyo al hombre agredido, deseándole una pronta recuperación. Este lamentable suceso ha reabierto el debate sobre la violencia en los espectáculos deportivos, especialmente en categorías formativas, donde los valores de respeto y convivencia deberían primar.
Hacia una solución
El incidente pone de manifiesto la necesidad de tomar medidas más firmes contra la violencia en el deporte. Tanto clubes como federaciones están llamados a intensificar las campañas de concienciación para prevenir comportamientos agresivos y garantizar un entorno seguro para todos los asistentes, especialmente en competiciones donde participan menores.
La Xunta de Galicia insistió en su compromiso de trabajar "día a día para que ningún acto de violencia quede impune", enviando un mensaje claro de que estas conductas no tienen cabida en el ámbito deportivo ni en ningún otro espacio de convivencia.
Este suceso, que ha conmocionado a la comunidad deportiva de Sanxenxo y Galicia, debe servir como punto de inflexión para redoblar esfuerzos en la promoción de los valores esenciales del deporte.
