El mercado de abastos de Vilagarcía da un paso adelante en comodidad, sostenibilidad e innovación. Más de la mitad de los placeros (51 de 87) ya se han sumado al servicio de reparto a domicilio, una iniciativa impulsada por la Concellería de Promoción Económica, que dirige Álvaro Carou, para facilitar las compras y atraer a nuevos públicos al comercio tradicional.
El funcionamiento es sencillo: los usuarios hacen el pedido directamente a su vendedor habitual y lo reciben en casa a mediodía, sin necesidad de desplazarse. El servicio lo gestiona la empresa Caylu, que se encarga de recoger las compras y realizar el reparto en todo el término municipal.
Compras sostenibles y sin horarios
Uno de los elementos clave de este proyecto es el uso de un vehículo 100 % eléctrico, adquirido con fondos europeos Next Generation, en el marco del plan Vilagarcía Viva y del programa autonómico para dinamizar los Mercados Excelentes de Galicia. El coche, propiedad del Concello, costó 40.000 euros y está adaptado para la logística de “última milla”, con espacio refrigerado para varios pedidos, organizados en cestas.
Además del reparto a domicilio, también han tenido una excelente acogida las taquillas inteligentes refrigeradas, instaladas junto al mercado. Este sistema permite recoger la compra fuera del horario comercial, algo especialmente útil para quienes tienen horarios laborales incompatibles.
En total se han habilitado 15 compartimentos, de los cuales 10 tienen refrigeración regulable entre 2 y 8 ºC y 5 están a temperatura ambiente. Los vendedores depositan allí los pedidos y los usuarios acceden con un código o escaneando un QR.
Tradición y tecnología al servicio del consumidor
Con estas iniciativas, el Concello de Vilagarcía busca modernizar el mercado tradicional sin perder su esencia, facilitando la compra a los clientes habituales y acercándose a un público más joven o con menos tiempo disponible. “El objetivo es adaptarse a las necesidades actuales sin renunciar a la calidad y cercanía del comercio de siempre”, destacó el edil Álvaro Carou.
