La parroquia de Cordeiro en Valga vivió este domingo una de las ediciones más multitudinarias de la tradicional procesión de los lacones, una costumbre que se remonta al siglo XIX y que sigue despertando el interés de los vecinos y visitantes.
La jornada comenzó a las 10 de la mañana en la capilla de San Paio, en Vilar, con la bendición de las candelas y la celebración de una misa oficiada por Manuel López Castro. A continuación, dio comienzo la procesión, encabezada por doce lacones y las imágenes de San Roque, San Paio y San Antón, que recorrieron cerca de cuatro kilómetros hasta la iglesia parroquial de Santa Comba. Los lacones, portados por los vecinos -principalmente mujeres, algunas de ellas con las cestas sobre la cabeza-, fueron añadiéndose en diferentes puntos del camino, con aportaciones tanto de particulares como de asociaciones locales como el Concello de Valga, Amigos do Belén y O Baixo Ulla.
Durante el recorrido, que incluyó paradas en siete aldeas (Vilar, Vilarello, Moldes, As Eiras, Outeiro, Ferreirós y Beiro), los participantes pudieron disfrutar de los altares engalanados con camelias, mimosas y laranjas, así como de la música tradicional a cargo del grupo Os Mercenarios. En Ferreirós, se realizó una parada especial donde los asistentes pudieron reponer fuerzas con galletas, dulces y vino.
La participación de familias enteras y la presencia de representantes municipales, como el alcalde José María Bello Maneiro y los concejales de Cultura y Turismo, Pedro Calvo y Malena Isorna, evidencian el compromiso del municipio por mantener esta expresión del patrimonio local. La festividad finalizó con una misa en la iglesia parroquial y la tradicional subasta de los lacones, que alcanzaron precios entre los 40 y los 80 euros, logrando una recaudación total de 740 euros.