Una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Pontevedra, la “Corvo Mariño”, protagonizó este jueves por la tarde un rescate de alto riesgo en la Ría de Arousa al detectar un velero sin control que estaba siendo arrastrado por la corriente hacia una zona rocosa.
Los hechos ocurrieron durante una ronda de vigilancia rutinaria cuando los agentes observaron al patrón del velero haciendo señales de auxilio. A pesar de la escasa profundidad y del peligro que suponían las rocas ocultas, los efectivos se acercaron con extrema precaución.
Una vez en contacto con la embarcación, el patrón explicó que el motor se había averiado y, sin viento para navegar, la corriente los empujaba directamente hacia las rocas, sin posibilidad de maniobrar. Intentaron fondear de emergencia, pero sin éxito.
Ante la urgencia, la patrullera remolcó el velero hasta el puerto de Pedras Negras, logrando alejarlo de la zona de peligro y evitando así un posible encallamiento o accidente mayor.
Sin víveres y agradecidos
Tras el rescate, se identificó a los tripulantes y se les ofreció avituallamiento básico, ya que manifestaron no tener ni alimentos ni agua suficientes para pasar la noche.
En un emotivo gesto, el patrón del velero entregó una carta manuscrita de agradecimiento a la tripulación de la patrullera, destacando tanto la rapidez de la intervención como el trato recibido por parte de los agentes.