El pasado lunes en Ribeira fue todo menos un día común.... Todo comenzó en la madrugada del martes, cuando los habitantes alertaron a las autoridades sobre la presencia de un hombre algo pasado de copas que alborotaba la calle con sus gritos y molestaba a los transeúntes. ¿Lo más curioso? ¡Estaba lanzando billetes de 20 y 5 euros como si fuera el mismísimo Tío Gilito!
La Policía Local acudió rápidamente al lugar y, tras identificar al individuo, solicitaron asistencia médica para él debido a su estado. Pero lo que quizás sorprendió más fue su generosidad momentánea con el dinero, ¡qué manera tan peculiar de causar revuelo en la ciudad!
Sin embargo, los acontecimientos hilarantes no terminaron ahí. Unas horas más tarde, el protagonista de esta historia se vio involucrado en otra llamativa situación. Aparentemente, su comportamiento fuera de lo común provocó que lo expulsaran de un local hostelero en la zona. Lejos de amedrentarse, decidió subirse a su coche y emprender una aventura automovilística por las cercanías de la plaza de Pontevedra. Pero las cosas no salieron según lo planeado, y el recorrido terminó abruptamente cuando colisionó contra una casa alrededor de las 13:00 horas.
La emergencia atrajo la atención de dos patrullas de la Policía Nacional y otras dos de la Policía Local, que acudieron rápidamente para lidiar con la situación. Sin embargo, nuestro protagonista no parecía estar dispuesto a colaborar, ya que se negó rotundamente a someterse a los controles de alcohol y drogas después del accidente. Esto no solo le valió una detención, sino que también se le imputó un delito contra la seguridad vial, pues evidenciaba síntomas más que notorios de encontrarse bajo los efectos de sustancias prohibidas.
En resumen, Ribeira vivió un día digno de película, con un personaje protagonista que combinó generosidad inexplicable con una conducción poco convencional y una actitud desafiante ante las fuerzas del orden.