El certificado covid-19 vigente en Galicia para poder acceder al interior de locales de hostelería y ocio nocturno ha supuesto cierto malestar entre algunos clientes y el sector, con opiniones dispares respecto a la efectividad de la medida y a la responsabilidad de los propietarios de establecimientos para ejercer ese control.
Aunque se trata de una medida pactada entre el sector y la Xunta, ha generado cierta polémica entre clientes y división entre gerentes del sector hostelero, pues algunos ven la medida como "un mal menor" y otros temen un "perjuicio" para bares y restaurantes.
"Estamos bastante indignados. No garantiza nada, cualquier persona vacunada puede contagiar", explica a Efe la gerente del bar compostelano La Flor, Sandra, que asegura que su clientela está entre los 25 y los 35 años y en su mayoría "no pueden acceder" por no tener la pauta de vacunación completa contra la covid-19.
Sandra considera que con el avance de la pandemia los empresarios "están cediendo cada vez más libertades" y que, pese a la restricción de horarios y aforos, no llegan las adecuadas compensaciones.
"No tiene lógica ninguna, lo que pasa que ya estamos tan sometidos que, después de año y medio, la gente no protesta", asegura esta hostelera, y advierte de que hay playas, supermercados y tiendas "abarrotadas", pero las restricciones solo recaen en la hostelería.
Además, ve "discriminación" hacia la juventud que carece de vacunas y se pegunta si "en esta época lo peor que te puede tocar es ser mayor, porque estás encerrado, o ser adolescente, porque no puedes hacer nada".
"La medida en sí estaría bien si la pauta de vacunación completa estuviera más avanzada" ya que "falta un montón de gente por vacunar", afirma.
El malestar por el certificado covid-19 ha llevado incluso a algunos sectores a recurrir a los tribunales, tal y como hizo la Asociación de Empresarios Lugo Monumental, que intentó impugnar esta medida ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSXG), sin conseguirlo.
La asociación alegó que la medida "supone varios conflictos relativos a la protección de datos" sobre todo en "un asunto tan sensible como la salud, la intimidad de las personas e incluso con el puro sentido común ya que se exige a los clientes pero no a los trabajadores, lo que rompe por la base el sentido de la iniciativa".
El pasado viernes el TSXG denegó la medida cautelarísima pedida para suspender el requerimiento de presentar el certificado covid-19 al considerar que las medidas acordadas por la Xunta tienen como objeto "el interés en evitar la aglomeración de personas, de procurar que se respeten las medidas de distanciamiento y, en definitiva, de proteger la salud pública”.
Además, advirtieron de la "preocupante evolución del número de contagios en estos últimos días en el área geográfica a la que se extienden las medidas cuestionadas, afectando de forma predominante a juventud, que es el grupo de población que frecuenta en mayor medida las discotecas y demás locales de ocio nocturno, así como las cafeterías, restaurantes y bares".
Para la Asociación Hostelería Compostela, ese certificado es "un mal menor", porque aunque no es plato de buen gusto para el sector y "a nadie le gusta tener que pedirlo", garantiza que no vuelvan a cerrar los interiores de bares y restaurantes, en una comunidad como Galicia en la que el clima no permite atender solo en terrazas.
"Aunque sea un engorro, si va a dar resultados a un corto o medio plazo, pues que sea bienvenido", asegura a Efe el vocal de la citada asociación, José Avelino Martínez, quien señala que es una medida "pactada" con la Xunta, aunque reconoce que hay "discrepancias".
En el sector "hay una parte que está a favor y otra que no lo está" pero debemos buscar "el interés general, de todo el mundo", asegura Martínez, gerente del restaurante O Dezaseis, en la zona vieja de Santiago, que considera que el sector "no puede permitirse nuevos cierres".
A pesar de ser una medida incómoda y "un poco peliaguda" por generar "problemas" y "situaciones tensas" con algunos clientes, "está funcionando", añade.
Reconoce que al inicio hubo cierta "confusión", sobre todo porque fue un decreto que solo estaba vigente en Galicia, pero con el paso de las semanas se fue normalizando y "una inmensa mayoría de la clientela ya conoce la norma y la respeta", asegura.
En cuanto a los datos, el vocal de la asociación explica que únicamente piden el documento a los clientes pero que "en ningún caso" recopilan información.
"No estamos aquí para legislar, simplemente cumplimos con la ley que hay en vigor", asegura sobre el certificado, que seguirá siendo necesario para entrar a la hostelería únicamente en Galicia.
El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria suspendió esta medida, así como también lo hicieron los tribunales superiores de Andalucía y Canarias.