viernes. 29.03.2024

Las comunidades autónomas se decantan, de forma general, por la prudencia para eliminar la obligatoriedad del uso de las mascarillas en interiores si bien hay diferencias. En el País Vasco prefieren, de momento, mantenerla, mientras que Cataluña es más proclive a su retirada comenzando por las escuelas.

El uso de mascarilla en interiores es prácticamente la única restricción en vigor dentro de las medidas preventivas acordadas para frenar los contagios, tras la eliminación del pasaporte covid, y la que acompaña a los ciudadanos casi desde el inicio de la pandemia, se reguló en mayo de 2020.

Eliminar su uso debe ser una medida de consenso, según opinan la mayoría de las comunidades, que se adopte en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), previo debate en la Comisión de Salud Pública y atendiendo al dictamen de los expertos.

Este miércoles, el lehendakari, Íñigo Urkullu, ha marcado la diferencia con el resto de autonomías y ha rechazado la posibilidad de quitar sus uso en espacios cerrados e incluso ha aconsejado a los ciudadanos que sigan llevándola en la calle, aunque "cada uno es libre de hacerlo".

Si para Urkullu, "aún es pronto para el relajamiento de todas las medidas preventivas", en Cataluña el conseller de Salud, Josep Maria Argimon, ha propuesto una retirada progresiva comenzando por las escuelas, en línea con la recomendación de la Asociación Española de Pediatría.

Esta idea es compartida por Andalucía, que quiere iniciar una desescalada de esta medida empezando por los niños más pequeños.

En la Comunidad Valenciana, su presidente Ximo Puig ha considerado que la eliminación de su uso obligatorio debe darse "cuando se pueda producir con la máxima seguridad".

"No podemos estar permanentemente alterando las reglas de juego si no estamos bien seguros de que la pandemia ha desaparecido definitivamente, y definitivamente no ha desaparecido", ha manifestado el presidente valenciano.

También desde Castilla-La Mancha, el Gobierno regional ha apelado a que sea una decisión de consenso porque "no se trata de una carrera" de forma que una comunidad pida que se retire la obligación y otra no quiera.

En la misma línea, la consejera de Salud de La Rioja, María Somalo, ha optado por la "prudencia" y el "respeto a los criterios técnicos" del Ministerio de Sanidad.

Otro territorio que se ha decantado por la prudencia es la ciudad autónoma de Ceuta. El Gobierno ceutí ha considerado este miércoles que es "pronto" para eliminar el uso de la mascarilla en espacios cerrados, entre ellos los colegios.

Para el consejero de Sanidad del Gobierno ceutí, Alberto Gaitán, es "prematuro" quitarla porque aunque la situación epidemiológica está mejorando, los niveles de incidencia son muy elevados.

En otras comunidades, como Asturias, el Parlamento ha relajado el uso de la mascarilla en sede autonómica.

Los diputados de la Junta General del Principado y consejeros de Gobierno asturiano podrán hacer uso de su palabra desde el atril o sus asientos en el hemiciclo sin necesidad de utilizarla, según acuerdo alcanzado este miércoles por la Junta de Portavoces.

Las mayoría de las comunidades piden prudencia para eliminar las mascarillas